Proceso de creación de una novela
Ahora también en Del lapicero al teclado
Hace poco os contábamos por qué fases pasa un libro una vez que la editorial ha decidido publicarlo, pero, ¿qué hay que hacer para que eso suceda?
Hace poco os contábamos por qué fases pasa un libro una vez que la editorial ha decidido publicarlo, pero, ¿qué hay que hacer para que eso suceda?
1. Partir de una buena idea
Puede
parecer una obviedad, pero muchas veces olvidamos que una persona que redacte
bien no tiene por qué ser necesariamente un buen escritor: hay que tener algo
para contar.
2. Desarrollar la idea
Aunque
nuestra idea inicial sea muy buena, hace falta pulirla para ver todo su
potencial: hay que dejarla macerar y mirarla desde todos los ángulos para
localizar tanto sus virtudes como sus defectos y posibles soluciones.
3. Crear una trama
Una vez
que conocemos a fondo nuestra idea y la mejor manera de sacarle partido, es
hora de darle forma de novela: necesitaremos personajes, escenarios y sucesos
que sirvan para expresar todo lo que nos habíamos propuesto. En esta fase ya
conocemos la idea perfectamente y tendemos a cometer errores por simple
impaciencia: tenemos tan claro el objetivo que olvidamos que nuestros lectores
pueden no verlo tan fácilmente. Por eso es importante tomárselo con calma y
revisar los esquemas tantas veces como sea necesario. Como prueba definitiva,
podemos tratar de explicarle a alguien lo que queremos hacer, una especie de
resumen. Si lo entiende, podemos seguir adelante.
4. Espesar la trama
Tenemos
a nuestros personajes principales y sabemos lo que les va a pasar: sólo nos
falta darle un poco de color a la historia. Para ello, crearemos tramas
adicionales, personajes secundarios, hechos pasados o futuros que pudieran
servir para clarificar puntos oscuros... Este proceso también requiere mucho trabajo,
pero puede llegar a ser muy divertido: podemos crear personajes más
esquemáticos, cómicos e incluso absurdos.
5. Planear la forma que va a tomar
Hasta
ahora hemos reunido fichas y organigramas, pero tenemos que organizarlo todo
para que sea, de hecho, una novela. En esta fase, decidiremos cómo vamos a
contar nuestra historia (tipo de narrador, tono, longitud media de los capítulos...),
qué eventos queremos contar y cómo se organizarán dentro de la novela. Sería
aconsejable también distribuir los capítulos, aunque hay quien prefiere
escribir las escenas sueltas y luego agruparlas.
6. Escritura del primer borrador
Si
hemos puesto cuidado en los procesos anteriores, esto debería ser bastante
fácil. Los que conozcáis NaNoWriMo, sabréis que es posible escribir un borrador
de aproximadamente 50.000 palabras en 30 días, pero no es necesario darse tanta
prisa. En la escritura del primer borrador lo más importante es tocar todos los
puntos de la trama, aunque sea de forma un poco vaga. Además, no hará falta
escribir de una manera perfecta: es un borrador.
7. Revisión del primer borrador: adición,
supresión y reescritura
Deberíamos
dejar pasar un tiempo desde la escritura del borrador hasta su revisión, para
que la mente se enfríe un poco. En esta primera lectura nos daremos cuenta de
dónde falta información relevante que debemos añadir (adición), qué capítulos
sobran (supresión) y cuáles podrían mejorarse con ciertos cambios
(reescritura). Esta es la revisión más larga, y a menudo la más desmoralizante,
pero también es la llave para tener un resultado final brillante.
8. Revisiones
La
distribución es perfecta, no falta nada es nuestra trama... ¡Es hora de revisar
el estilo! Podéis consultar un montón trucos y consejos para detectar errores y
subsanarlos en esta misma página.
9. Revisión ortotipográfica
Tanto
si vamos a autopublicar como si pensamos probar suerte en una editorial, es
aconsejable hacer una última revisión en busca de erratas, palabras duplicadas,
fragmentos de frase que hemos olvidado borrar... No podemos dejar que una buena
novela se estropee por unos cuantos errores de mecanografía.
Y... ¡Ya tienes tu novela!
El
objetivo de este artículo no es desmoralizar a nadie, sino mostrar qué hay
detrás de una buena novela. A partir de ahora, cada vez que leáis un libro,
pensad que el escritor no se ha limitado a escribirlo “del tirón”, como muchos
creen, sino que también ha habido un duro proceso de reflexión, planificación y
revisión.
Publicado por Gileblit
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