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Balance de NaNoWriMo. Participantes y ganadores

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Lo primero que queremos hacer en esta entrada es disculparnos por haber tardado en publicar las traducciones de las cartas de NaNoWriMo. Debido a algunos problemas técnicos (en concreto, un acceso a internet seriamente limitado, de unas pocas horas a la semana) nos ha sido imposible mantener el ritmo y subirlas en menos de veinticuatro horas desde su recepción en la página oficial. Aun así, hemos intentado hacerlo lo mejor posible y esperamos que no os haya supuesto muchas molestias.
Dicho esto, vamos a abrir la caja de Pandora, que podréis encontrar debajo de estas palabras, con la etiqueta «Comentarios». Durante este mes habréis estado muy ocupados escribiendo y (esperamos) leyendo este blog y probablemente no os ha dado tiempo a mirar lo que habéis hecho en estos treinta días, así que ahora os invitamos a compartir con nosotros vuestros conteos de palabras, las sinopsis de vuestras novelas, algo curioso que os haya pasado... Lo que queráis. Por supuesto, también aceptamos comentarios, críticas o sugerencias que tengáis para los próximos NaNoWriMos o NaNoCamps: este sitio es vuestro y queremos que os sea útil, así que... ¡adelante! ¡Exprimid vuestros teclados un poco más!
Eso sí, antes (o después) queremos dejaros nuestra particular pep talk post-NaNoWriMo:
La mayoría de la gente que habla sobre NaNoWriMo (incluidos nosotros, en alguna ocasión) lo llama «competición». Efectivamente, NaNoWriMo es parecido a una carrera: tiene un principio (la palabra cero), un objetivo (las 50.000 palabras), premios, otros muchos escritores intentando conseguir lo mismo que tú... Y, sin embargo, no hay nada que se parezca menos a una competición que NaNoWriMo. ¿Cuántas competiciones conoces en las que pueda haber tantos ganadores como participantes? ¿Cuántas veces has competido junto a compañeros que te animan sinceramente, que te tienden la mano? ¿Cuántos grandes tenistas, corredores o ajedrecistas jalean por igual a todos los participantes? ¿Qué clase de competición te daría la oportunidad de empujar a tu compañero a continuar sabiendo que tú, aun así, tienes las mismas oportunidades de conseguirlo? Lo único a lo que podríamos llamar «competidor» en este mes han sido las palabras, las novelas a las que hemos tenido que dar forma, pero ni siquiera ellas eran enemigas, sino más bien un acicate que nos ha mantenido alerta, emocionados, frustrados y frenéticos durante todo el mes de noviembre. NaNoWriMo no es una competición, sino una gran fiesta, y como tal tenemos que entenderla. 
Puede que esta perspectiva no nos hubiese ayudado mucho al principio de noviembre, porque todos sabemos que es el espíritu de competición el que nos mueve en ese momento, el ánimo de probarnos; pero, ahora que todo ha terminado, tal vez sea la forma de la que debamos mirarlo. Hemos participado en una fiesta de treinta días, nada menos. Hemos invertido muchas horas poniendo negro sobre blanco en pantallas, cuadernos o servilletas. ¿Y qué hemos sacado? Algo más que una bolsa de chucherías o un cotillón, ya lo veréis: una novela, compañeros de fatigas, la sensación de que podemos proponernos escribir y encontrar tiempo para hacerlo; pero, sobre todo, hemos aprendido. Hayamos terminado nuestras historias o no, hayamos alcanzado el objetivo o no, todos hemos aprendido algo, aunque sea cómo no hacer las cosas: cómo no organizarnos, por qué no debemos guardar una sola copia de nuestros documentos, cómo no tenemos que planificar la novela o en quién no podemos confiar para que nos anime (sí, hablamos de esos familiares, amigos y vecinos que se ríen de nosotros cuando decimos que estamos escribiendo un libro).
Desde aquí queremos deciros que, hayáis llegado a donde hayáis llegado, si conocéis a alguien que estaba participando y lo animasteis o le preguntasteis por su proyecto, si habéis abusado del café y de la paciencia de vuestros familiares y amigos durante este mes, si alguna vez os habéis arrancado a hablar sobre vuestras historias indiscriminadamente, si os habéis sentado frente al papel o al teclado, aunque sea una sola vez, ya formáis parte de la familia WriMo. Estamos encantados de teneros con nosotros y os esperaremos cuando volváis como el turrón o si venís de visita en cualquier otro momento, porque nadie dijo que no se pudieran montar fiestas todos los días del año.
WriMos, familia, la fiesta debe continuar.
TdE 

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Pep Talk 25 noviembre. Jim Butcher

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Jim Butcher es el autor de Harry Dresden y Codex Alera y de la próxima saga Cinder Spires. Podéis leer el texto original de esta carta en la página web de NaNoWriMo pinchando aquí.

Cuídate, dulce e inocente aspirante a escritor: la gente no te está contado esto, y bien deberían. Os están engañando a todos los participantes de NaNoWriMo para que penséis que ser escritor es algo bueno, pero no tenéis ni idea. No sabéis los horrores a los que podríais enfrentaros como escritores a tiempo completo, profesionales y publicados.
Jim ButcherYo podría contároslo. Podría pasarme horas contándoos todas las cosas que amenazan mi paz mental. Podría, para vosotros, desplegar un relato que atormentaría vuestros túneles carpianos y helaría hasta la médula los huesos de vuestros dedos; relatos sobre las constantes preguntas, las inacabables fechas de entrega y la tarea retuerce-mentes de decidir cada día qué horas vas a pasar escribiendo.
Pero no te preocupes por todo eso. Lo mejor es no ponerse en lo peor. En lugar de eso, concentrémonos en lo que debéis hacer para esquivar ese horrible destino y evitaros a vosotros mismos agonías de las que las que nadie se atreve a hablar.
Lo primero y más importante (y que conste que no puedo insistir en ello lo suficiente): no te sientes frente al teclado y escribas de manera regular. Esto es una trampa. Puedes decirte a ti mismo que sólo lo haces como te rascarías una picadura, que sólo necesitas tener unos cientos de palabras escritas y luego podrás dejarlo, pero el canto de sirena cliqueante del baile de las teclas hará algo más que simplemente producir palabras en una página; te condicionará para que quieras, nah, para que necesites hacerlo todos y cada uno de tus días. Si eso pasa, simplemente, no habrá forma de evitar, a largo plazo, el destino más lamentable y horroroso: terminar una novela.
Hagas lo que hagas, no intentes que los lectores u otros escritores te den opiniones. Ya es bastante malo que trabajes en un vacío, permitiendo a las energías escritoriles que se abran un endemoniado paso en tus pensamientos. Si añades a eso las respuestas del público objetivo del trabajo, sólo adquirirás el mecanismo primordial de hacer tu escritura más efectiva para aquellos a quienes va destinada.
¡Ésta es una práctica doblemente perniciosa! No sólo te impulsa a crear más material para tu público, sino que también crea más audiencia para tu bucle infernal de comentarios. ¡No puedo insistir lo suficiente en cuánto necesitas evitar esta parte del proceso! ¡Sálvate a ti mismo!
Un error aún más terrible que puedo identificar sólo en retrospectiva: no te informes sobre la industria editorial y los demonios que trabajan en ella. Oh, ciertamente, esa gente, esos editores, pueden parecer ingeniosos, encantadores y simpáticos en eventos literarios y conferencias, pero no te confundas. Su único objetivo en la vida es reclutarte para sus malvados planes y forzarte a trabajar para ellos mientras ellos te ayudan a afinar tu habilidad para escribir.
Muchos aspirantes a escritores se sienten intimidados por los editores y no puedo sino enfatizar cuánto crédito debéis darle a esos instintos que están ahí para proteger vuestra cordura y toda vuestra mente. Si os permitís superar esta inclinación natural, podría ser demasiado tarde para que escapéis de vuestro destino.
Finalmente, sólo puedo animar a todos y cada uno de los aspirantes a escritores ahí fuera a que dejen de escribir a la primera oportunidad que tengan y no miren atrás. Esta actividad aparentemente inocente es de todo menos inocente y, si no podéis romper la presa que tiene sobre vosotros, si seguís inventándoos una excusa tras otras para seguir tecleando, si continuáis prometiéndoos que «esta es la última novela» y nunca os retiráis, caeréis inevitablemente en la perdición de la publicación.
¡Todo lo que necesitáis es abandonar! ¡Sólo decid «no»! ¡Así os salvaréis! Pero, si continuáis y continuáis y continuáis a pesar de todas las voces cuerdas que intentan persuadiros, os veréis en medio de la vorágine de locura que es la vida de un escritor profesional.

Querido participante de NaNoWriMo, te lo ruego, ¡escúchame! ¡No tienes ni idea de los horrores a los que te vas a enfrentar! ¡Corre! ¡Huye! ¡Apártate de este oscuro camino!, porque, si no lo haces, me temo que un día te encontrarás escribiendo con otras almas condenadas como yo.Pep 

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Pep Talk 18 noviembre. Brandon Sanderson

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Brandon Sanderson es el autor de La guerra de las tormentasNacidos de la bruma y los últimos libros de La rueda del tiempo, entre otras muchas obras. Podéis leer el texto original en inglés de esta carta en la página web de NaNoWriMo pinchando aquí.

El momento más duro en mi carrera de escritor lo pasé en el año 2002. Acababa de terminar mi duodécima novela, pero, hasta entonces, no había conseguido vender ni una sola. Ese mismo año, me habían rechazado en los trece Máster en Bellas Artes que había solicitado.
He tenido mis más y mis menos, desde entonces (desde libros que han liderado las listas de ventas hasta otros que chocaron y ardieron), pero ningún momento de mi vida me ha conmovido tanto como aquel en el que me senté con la última de la que parecía una pila infinita de novelas sin vender, preguntándome qué estaba haciendo con mi vida.
Lo que yo no sabía era que el proceso ya había comenzado. La chispa había caído en la hierba y se estaba calentando a fuego lento lo que cambiaría mi vida para siempre. Un año antes, en 2001, había enviado mi sexto libro a un editor. Habían pasado ocho meses sin ninguna comunicación, más allá de un recordatorio que yo había mandado tres meses después del envío, al que el editor respondió que había recibido el manuscrito, nada más.
Aquel libro, Elantris, aún estaba esperando en la mesa del editor. No lo había mirado. No lo haría hasta abril de 2003, cuando me llamaría, frenético, después de haberse pasado leyendo toda la noche. Quería saber si el manuscrito estaba aún disponible. Me hizo una oferta en el acto.
Sin embargo, en 2002 me senté ahí, contemplando mi futuro, abatido, completamente ignorante de que unos meses después obtendría un importante contrato editorial. Al final, me sacudí el desánimo y empecé a trabajar en mi decimotercera novela. Aun así, a veces me pregunto cómo habría sido mi vida si me hubiese rendido, si hubiese pasado a otra cosa y entonces, ocho meses después, hubiese recibido esa llamada de teléfono con la oferta del editor.
Podríais estar escribiendo el libro que cambie vuestras vidas. Podríais haberlo enviado o autopublicado ya. La chispa podría estar iniciando un fuego para vosotros también. No lo sabéis ni podéis saberlo. Ése es el encanto de ser un artista, de trabajar para vosotros mismos y de contar las historias que queréis contar.
Brandon SandersonNo os rindáis. Mantened la vista en el proyecto en el que estáis trabajando ahora y haced de él lo mejor que se pueda. Y, lo que es más importante, amad ese proceso. Al final, eso es lo que hizo que yo me rehiciera y volviese a trabajar en mi decimotercer libro: darme cuenta de que me encantaba contar historias. Ninguna pila de novelas sin publicar, por muy alta que sea, podría cambiar cuánto disfruto de este proceso, igual que unas cuantas inmersiones terminadas no podrían desanimar a un aficionado al buceo ni hacer que no volviese a meterse en el agua.

Quizá el fuego ya esté empezando para vosotros y no lo sepáis; pero, incluso si no es así, deberíais escribir como si así fuera. Porque esto que estáis haciendo no se trata de publicar ni de listas de súperventas ni de reseñas; se trata de vosotros, de vuestra historia y de la victoria que supone llevarla a término.

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Pep Talk 11 noviembre. Tamora Pierce

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Tamora Pierce es la autora, entre otras muchas obras, de las tetralogías Song of the Lioness e Inmortals, así como de su publicación más reciente, Battle Magic. Podéis leer la versión original en inglés de esta carta en la página web oficial de NaNoWriMo pulsando aquí.

De acuerdo. Estáis en ese punto al que los corredores de maratones llaman «el muro», ése en el que ya te han sacudido toda la inspiración y la euforia del comienzo. Sólo podéis rendiros o terminar, y estáis por rendiros, pero tenéis todas estas palabras, amigos, familia y a esa gente asquerosa de la escuela o el trabajo deseando ver si seréis capaces de terminar.
Así que hablemos de algo corriente, algo que puede que no tuvierais en cuenta cuando os embobasteis con los Personajes y la Gloria y la Idea.
Intentad añadir algo corto.
Mostrad a vuestros protagonistas haciendo algo. Están caminando por un sendero boscoso (a no ser que estén en el espacio, en cuyo caso, quizá hayan salido a correr alrededor de la estación o estén volviendo de arreglar algo fuera). No están pensando en nada en especial; o, si ya se puede avistar el final del viaje, estarán pensando en las novedades que puedan encontrarse en casa, en una buena o una mala persona o en una llamada repentina del jefe.
Viajan.
Situadlos dentro del transbordador. Allá van, más y más lejos, oyendo gritos a través del sistema de comunicación y el sonido de la cabina presurizándose. Entonces se les mete el pie en un enganche metálico abierto y se lo tuercen.
Tamora PierceEn el bosque, caen por una colina y se tuercen un brazo. Mientras salen de la piscina, se escurren en el borde; se oye un fuerte chasquido cuando se golpean la rodilla contra el filo. En la acerca, se les queda un pie atrapado en la raíz de un árbol y caen.
Probad algo sorprendente, doloroso o aterrador para forzar a vuestros personajes a comportarse de una manera violenta.
¿Están exhaustos más allá de lo posible, han lidiado con todo lo que les habéis hecho pasar? ¿No les quedan ya más fuerza, salud, sentido común o buen humor? A eso lo llamaban, durante la Guerra Civil Americana, "coraje de medianoche", si es que vuestros personajes lo tienen. Quizá no lo tengan. Puede que eso sea lo que necesitemos comprobar, si esa persona tienen que chupar del suelo los restos de su coraje para poder continuar. Puede que probar algo que no teníais planeado para que este personaje encuentre el último y posiblemente estúpido pedazo de sí mismo sea lo que vosotros necesitéis para continuar.
¿Qué pasa después? ¿Vuestros personajes levantan el puño con rabia? ¿Tiran cosas? ¿Piden auxilio? ¿Les piden a alguien que los lleve al médico sin saber que esa persona no es de fiar? ¿Los rescata alguien a quien no sabían que les importaban? ¿Qué hacen ahora vuestros personajes? Quizá vuestros personajes no confíen en esa persona, pero los que van con ellos sí lo hagan. ¿Qué hacen?
Prueba algo pequeño.
Vuestros personajes encuentran una caja (pensad, por ejemplo, en aquellos investigadores médicos que encontraron una caja olvidada en un almacén y, cuando la abrieron, encontraron seis viales de viruela), un libro, un mensaje, un cuadro. Los fascina hasta que consiguen trazar su historia y su significado. Estas cosas pueden conducirlos a un talismán malo o bueno, dinero, algo que os lleva al clímax que teníais planeado, algo que ayuda a vuestros personajes a conocer a una persona a la que necesitaban conocer para que ese clímax se produjese, algo arriesgado que los lleve a la acción cumbre heridos y llenos de dudas.
Si ha habido suerte, quizá apartasteis esta carta a medio leer porque se os ocurrió algo que teníais que escribir y ya estáis de nuevo en marcha. Si habéis leído hasta aquí por mi prosa inmortal, ¡no seáis tontos! ¡Podéis leer cuando hayáis terminado NaNoWriMo! ¡Ahora, id a por ello!

Tammy

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Pep Talk 5 noviembre. Veronica Roth

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Veronica Roth es la autora de la saga Divergente. Podéis leer la versión original de esta carta en la página web oficial de NaNoWriMo pinchando aquí.

Queridos NaNoeros:
No me gusta especialmente comparar la escritura de una novela con escalar una montaña porque está muy visto, pero, asumámoslo: funciona. Mirad este diagrama bastante estandarizado de la estructura de una novela:

Vamos, que parece una maldita montaña.
Si te pareces en algo a mí, llegáis a esa «acción ascendente» más o menos hacia la mitad del manuscrito,entonces, alzáis la cabeza hacia el cielo para ver cuánto queda del libro y consideráis acampar justo donde estás o, incluso, regresar de nuevo hasta el pie de la montaña. Esto podría pasaros en las proximidades del 15 de noviembre. Estoy aquí para deciros dos cosas:
1. No os alarméis. Es normal.
2. Ni acampéis ni descendáis.
Hay un montón de consejos para escribir pululando por internet y hay también un montón de manifiestos que dicen cosas como «¡deja los consejos para escribir, simplemente pon el culo en la silla y trabaja!», (lo cual ha sido mi lema durante el último año y medio, en realidad). Algunos de estos consejos son:

  • Ejercicios para «conocer a tu personaje»: baterías de preguntas, fichas, escritura libre, etc.
  • Ejercicios para «diseñar la trama»: divide la trama en las partes que indica el diagrama de arriba, diseña cada escena y asegúrate de que cada una va moviendo la historia de un punto positivo a uno negativo o de uno negativo a uno positivo, etc.
  • Ejercicios de «prosa y voz»: lee tu manuscrito en alto, no utilices adverbios, alterna las oraciones largas y las cortas, etc.
También hay muchos debates sobre si eres de brújula (si escribes como te va saliendo) o de mapa (si planificas tus historias de antemano), sobre si escribes desde el principio hasta el final o si vas saltando en el tiempo de vuestra novela.
Algunos de vosotros quizá sepáis exactamente a qué categoría correspondéis (tenéis un sistema, sabéis qué trucos os funcionan, tenéis una rutina) y otros puede que os sintáis irremediablemente pedidos. Mi consejo para ambos tipos de personas, desde mis (aún admito que escasas) escaladas a la montaña, es el mismo:
Veronica RothOlvidaos de vuestros sistemas.
Olvidaos del estrés sobre vuestros sistemas.
Olvidaos de encontrar vuestros sistemas.
Olvidaos de todo eso.
Si llegáis a un lugar de la Montaña Manuscrito que hace que consideráis la posibilidad de rendiros y las herramientas que has estado utilizando para llegar hasta ahí ya no os funcionan, considerad utilizar las herramientas de otro. ¿Sois de brújula? Intentad planificar. ¿Sois de mapa? Intentad, literalmente, quemar vuestro esquema (¡siempre de manera segura, en una papelera o algo así!). ¿Sois perfeccionistas? Armaos de valor y escribid la peor escena que podáis. ¿Vais siempre del principio al final? Escribid cualquier escena que os esté abriendo un hoyo en el cerebro y rellenad el hueco más tarde. Hagáis lo que hagáis, no os atengáis con tanta fuerza a la identidad que os hayáis creado como escritores que no podáis innovar, cambiar y crecer.
No es importante que sigáis siendo los mismo escritores que sois ahora o que tengáis una rutina o un patrón definido. Yo empecé mi primer libro por el medio, sin planificación, y acabé el tercero con un esquema detallado, escribiendo del principio al final. Creí que sabía qué tipo de escritora era, pero, al final, me encontré con que esas definiciones pueden limitarte más que liberarte. Si puedo olvidarlas, puedo convertirme en la escritora que cada historia me pide que sea.
Lo importante, más que las definiciones a las que nos agarremos, es que terminemos las historias que estamos impacientes por contar.
Así que llenad vuestros maletines de herramientas de escritor con todas las herramientas que podáis, aunque parezcan tontas o no creáis que pueden funcionaros. No tenéis por qué hacer esquemas detallados o rellenar fichas de personajes o hacer escritura libre o llevar un diario o dibujar mapas si no queréis, pero es una ayuda tener nuevas herramientas a las que poder recurrir en caso de que las antiguas dejen de funcionar.
Considerad la posibilidad de estar desesperados; desesperados por escribir, desesperados por poner esa historia sobre la página, desesperados por dejar que los personajes hablen y desesperados por terminar. Desesperaos tanto que intentéis cualquier cosa para hacer que funcione. Tenéis un plazo; es el 30 de noviembre. Podéis hacerlo. Pero puede que tengáis que libraros de todo lo que teníais pensado sobre vosotros mismos e ir más allá.
Ningún manuscrito sale perfecto a la primera. No hay necesidad de preocuparse por la perfección ahora mismo. Pero estáis participando en este mes mágico de comportamiento generalmente antisosocial y sobredosis potencial de cafeína porque creéis que obligaros a escribir un manuscrito en un mes os ayudará de alguna manera, y eso significa que necesitáis la libertad salvaje y sedienta de un escritor que llega hasta el final.
No seáis estrictamente de mapa o de brújula, personas de poner el culo en la silla o deportistas, escritores lineales o saltadores  en el tiempo. No seáis nada más que lo que necesitéis para seguir escalando.
Y, entonces, por el amor de todas las cosas de escribir y relacionadas con los libros, corregid toda la porquería de la Montaña Manuscrito.

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Pep Talk 1 noviembre. Chuck Wendig

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Chuck Wendig es el autor de la trilogía Heartland, la serie Miriam Black y The Kick-Ass Writer. Podéis leer el texto original de esta carta en la página web oficial de NaNoWriMo pinchando en este enlace.

Imagina que te dejasen hacer algo que se supone que no deberías hacer.
Imagina que te dan las llaves de un todoterreno enorme, un arenero o un Lamborghini y, después, te señalan un campo. Un campo de fútbol fuera de un instituto o, quizá, sólo una gran pradera abierta. No hay nadie ahí. No hay niños jugando. No hay perros retozando; no hay nadie ahí para verte.
Tienes total libertad para revolucionar el motor, aplastar el pedal hasta el suelo y dispararlo a través de ese campo. Puedes hacer círculos, girar salvajemente por todos lados haciendo volar el barro y dejando marcas que parezcan la caligrafía de un dios realmente loco.
Puedes cubrir el coche de barro. Puedes salir y bailar sobre la hierba.
Puedes hacer lo que quieras.
Esto no es algo a lo que estemos acostumbrados, como adultos. Mi hijito lo entiende. Él no está cercado por las fronteras de la madurez, que, vale, sí, significa que no tiene por qué saber que no debe meter un sándwich de jamón entre las aspas de un ventilador (¡ensalada instantánea de jamón!) o escalar a lo más alto que vea y tirarse como un puma.
Chuck WendigPero también significa que él no sabe por qué no puede simplemente coger un bolígrafo y empezar a dibujar. Significa que no tiene ningún problema en coger un pedazo de plastilina y crear cualquier cosa que le permitan sus torpes manitas. Significa que cogerá un juguete de Transformers y lo medio transformará en alguna clase de monstruosidad coche-robotesca y que, si un adulto le dice «No, no, tiene que ser de una forma o de la otra; o es un coche, o es un robot» él se quedará como «Oh, ya, claro que no. Anda, vuelve a tus formularios de impuestos y tus programas de Decogarden, adulto estúpido. Acabo de crear un Frankochensteinbot y tú puedes irte y esconder la cabeza en la banalidad barrida por la arena de la vida adulta, imbécil».
Toda su vida creativa es como la canción «Todo es increíble» de «LEGO. La película», porque no sabe lo que puede o no puede hacer. No sabe nada sobre arte ni formalidades ni críticos ni nada de eso. Puede hacer lo que quiera. (Alejado de los sándwiches de jamón y los ventiladores).
Y tú puedes hacer lo que quieras, también.
La página en blanco es tuya. Aparta las preocupaciones sobre el arte y las críticas. Imagina un terreno sin normas. Imagina que nunca nadie te ha dicho que no debes hacer tal o cual cosa. Esa gente se equivocaba. Olvida esas voces. Porque, ¿en serio?
Es un campo vacío y tú tienes las llaves de un maldito Ferrari.
Es un mantel en blanco y tú tienes ketchup, mostaza y salsa de pepinillos.
Es una página en blanco y tienes todas las letras y las palabras que necesitas.
Revoluciona el motor y da un paseo. Pinta en tu mesa con todos los colores que te permitan tus condimentos. Crea cualquier monstruo humano-robot que tu mente tenga a bien conjurar. Abre tu pecho y echa tu corazón en la página.
Escribe ahora. Simplemente, escribe. Roscas en un campo vacío.

Deja tu marca.

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Pep Talk 28 de octubre. Kami Garcia

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Kami Garcia es coautora de la serie Beautiful Creatures y autora de Unbreakable y Unmarked. Podéis leer la versión original de esta carta en la página web oficial de NaNoWriMo, pinchando en este enlace.

En octubre estabas muy ocupado planeando tu novela o, si eres de los míos, clavando citas motivadoras en tu tablón de Pinterest. Ahora es ya casi noviembre. La trama que hace un mes te parecía perfecta  ahora te recuerda a Harry Potter o a La guerra de las galaxias y esas citas motivadoras no son tan motivadoras como pensabas.
Kami GarciaEs la hora 11 y Duda te está haciendo una visita. Darle un nombre a Duda es útil. Yo llamo a mi inoportuno amigo Ozzy porque suena sospechosamente parecido a Ozzy Osbourne, de uno de mis grupos favoritos, Clack Sabbath. Lo llames como lo llames, el objetivo del juego de Duda siempre es el mismo: evitar que escribas. Hay muchas razones por las que no deberías escribir este libro, ¿cierto? Aquí están algunas de las cosas que Duda te susurra al oído:
  •          Estás demasiado ocupado. Tienes un trabajo o niños o un cónyuge o una mascota o una tarrina de helado de chocolate esperándote. ¿Cómo podrías encontrar tiempo para escribir? ¿Y qué si Ray Bradbury escribió Fahrenheit 451 en una máquina de escribir durante sus descansos para comer?
  •           Tu idea da asco. Ahora que has repasado tu idea unas cuantas veces, está claro que no vale nada; y no hay manera de arreglarlo. Los verdaderos escritores tienen ideas completamente formadas desde el principio; ellos nunca bocetan ni le dan vueltas a una idea, ni llaman a un amigo llorando porque piensan que su trama no tiene cura.
  •           Tu musa está desaparecida en combate. Todo el mundo sabe que, cuando los verdaderos escritores se sientan frente a sus ordenadores, las palabras simplemente brotan. Los verdaderos escritores tienen musas que les susurran ideas en sueños y les resuelven sus problemas de escritura. Por supuesto, hay un número limitado de esas musas y, hasta hoy, todas han sido asignadas a escritores que no son tú.
  •           No estás cualificado para ser escritor. No tienes un máster en Escritura Creativa; quizá ni siquiera tengas una carrera universitaria, algo que todo el mundo sabe que es un requisito obligatorio para ser escritor de éxito. Harper Lee, Ray Bradbury, Charles Dickens,Jack Kerouac y William Faulkner son las únicas excepciones a esa regla. O puede que sí tengas un máster pero, ahora que toca empezar a escribir, no tengas ni idea de cómo lo conseguiste.

Aquí está la verdad, de mí para ti:
  •           La mayoría de los escritores están «demasiado ocupados» para escribir. Tenemos cónyuges o niños o perros o gatos o gremlins de los que tenemos que ocuparnos. Algunos escritores tienen incluso otro trabajo a tiempo completo que (¡vaya!) no tiene nada que ver con escribir. Aun así, siguen escribiendo. En lugar de encontrar tiempo para escribir, crean tiempo para escibir.
  •           En cuanto a lo de tener una trama que da asco, sé bienvenido a los primeros borradores de todas las ideas que he tenido en mi vida. Si no me crees, pregunta a alguno de mis amigos escritores. La mayoría de ellos ha soportado al menos una de las llamadas en las que lloro e insisto en que mi libro está roto sin remedio.
  •           ¿Y la musa? No tengo ni idea de quién tiene una, pero, si alguien la tiene, me gustaría saber cómo puedo perpetrar un secuestro.
  •           Aunque es maravilloso tener un máster, no lo necesitas para ser escritor. A fin de cuentas, lo único que necesitas para ser un escritor es una idea y un bolígrafo. Tu trabajo es escribir la mejor canción, el mejor poema, el mejor relato o el mejor libro que puedas.

Ésta es la pregunta del millón: ¿cómo vas a escribir este libro si tienes miedo de empezar a escribir? Dale un nombre a tu amiga Duda y luego bloquea sus llamadas.
Yo no soy una escritora rápida. Mecanogafío con tres dedos. Hay un vídeo en Youtube que lo demuestra. Termino mis novelas es palabra tras palabra. No te centres en 50.000 palabras en 30 días. Simplemente, escribe una palabra tras otra y céntrate en alcanzar tu meta de palabras día tras día.
Así que, empieza a escribir tu novela. Estoy deseando leerla te apoyo.


Kami

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Objetivo: NaNoWriMo

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Como cada año, se va acercando ya NaNoWriMo, ese mes especial en el que podemos unirnos a novelistas de todo el mundo en una maratón de escritura de 30 días y 50.000 palabras. Sin embargo, antes de embarcarnos en una aventura así, lo mejor es prepararse bien. Por eso, si noviembre es sinónimo de NaNoWriMo, octubre es sinónimo de NaNoPrep: el mes de la preparación. Durante las próximas semanas iremos proponiéndoos distintas técnicas y puntos que deberíais trabajar durante el mes de octubre para poder encarar noviembre con energía, muchas ganas y un plan en el bolsillo. También, igual que el año pasado, iremos publicando aquí todas las cartas oficiales que los organizadores de NaNoWriMo envían a los participantes traducidas al español, para que tengáis todos los ánimos posibles y todas las ideas que podamos conseguir.
Sin embargo, ésto no depende sólo de TdE ni de los organizadores de NaNoWriMo: nosotros sólo os ayudamos. Sois vosotros quienes tendréis que escribir esas 50.000 palabras entre el 1 y el 30 de noviembre y para conseguirlo lo primero es estar motivado, así que aquí os dejamos unas cuantas razones para participar:
1. Ganar sólo depende de ti: no tienes por qué escribir las mejores 50.000 palabras de tu vida, sólo escribirlas.
2. Es una ocasión estupenda para plantarte por fin y escribir esa novela que llevabas tanto tiempo postergando.
3. Si no eres de novelas, ¿quién dice que no puedas aprovechar el impulso para empezar a escribir una obra de teatro, un guión de cine , poesía o un diario?
3. Contarás con el apoyo de miles de escritores de todo el mundo.
4. Según algunos estudios psicológicos, sólo se necesitan 15 días para fijar una costumbre: si escribes durante 30, lo más probable es que sigas haciéndolo durante mucho tiempo: al fin habrás encontrado tiempo para escribir un poquito todos los días.
5. ¡Hay premios! Sí, NaNoWriMo tiene convenios con varias empresas para que todos los que consigan alcanzar la meta puedan tener descuentos en programas y servicios para escritores.
6. En TdE estamos preparando novedades bastante chulas para todos los que nos sigáis durante este mes de octubre y NaNoWriMo: os las iremos enseñando durante este mes, así que ¡no os olvidéis de consultar la página de vez en cuando!

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Pep talk NNWM. Holly McGhee

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Holly McGhee es la fundadora de la agencia literaria Pippin Properties. Escribe bajo el pseudónimo “Hallie Durand”. Su quinto libro, Mitchell Goes Bowling, está y a la venta. Podéis leer el texto original de esta pep talk pinchando aquí.

Queridos Wrimos:

De entre todas las lecciones que he aprendido como agente literaria y como escritora, hay una que creo que es la más importante: escribe por tu vida.
Así que esto va para aquellos de vosotros que siempre habéis sabido que queríais ser escritores y para los que escribís cada día; también para aquellos de vosotros que aún tenéis que poner una palabra sobre el papel. Esto va para aquellos de vosotros que estáis solos, sin esperanza y deprimidos; y también para los que no habéis sufrido ni un solo día de vuestras vidas.
Esto es lo que sé:
A veces, si has pasado algún tiempo sin tocar el ordenador, empiezas a temerlo. Temes empezar a teclear y temes no ponerte a ello. Escribir se convierte en algo extraño. Sin darte cuenta, le has cerrado la puerta a tu amigo más íntimo, tu imaginación.
Debes honrar a tu imaginación, pues ella es tu aliada.
¡La buena noticia es que el simple hecho de ponerte a sacar palabras de nuevo te libera instantáneamente! Al escribir, haces que tus pensamientos y sentimientos se muevan a través de ti y hacia el mundo. Las puertas de lo posible y lo maravilloso se abren de nuevo ante ti. Como por arte de magia, eres libre.
Yo aprendí esto por las malas.
Holly McGheeHubo una época de mi vida, no hace mucho, de oscuridad absoluta. Nos mudamos a una zona residencial de Nueva York para que nuestros hijos tuvieran un jardín en el que jugar. Para mí fue un cambio catastrófico. Ansiaba la anonimidad y la soledad de la ciudad y me encontré rodeada de vecinos. No sabía cómo moverme en ese nuevo mundo. No encajaba. Me sentía atrapada. Pasado un tiempo, el mundo ya no tenía color, era gris; y un poco después ya no tenía ganas de levantarme por la mañana.
Entonces un personaje cargó contra mi vida. No sabía que mi caballero blanco, el que salvaría mi vida, se presentaría con la forma de una niña conspiradora, mandona y segura de sí misma que me ordenaba que escribiera su historia. Abrí la puerta un pelín; después del todo; escribí su novela, con la propia voz de su protagonista. Mis dedos ardían. Entonces no lo sabía, pero estaba escribiendo por mi vida, estaba escribiendo para salir de la oscuridad, para encontrar mi camino hacia la luz, para creer de nuevo en mí misma, para reunirme con mi imaginación.
El mundo está en las puntas de tus dedos, literalmente. Igual que necesitas respirar, igual que necesitas la luz del sol, igual que necesitas agua, si eres una persona de palabras necesitas escribir. Puede que a veces sepas a dónde te diriges y otras te embarques en un largo camino hacia, posiblemente, ningún sitio. No importa, estás sacando las palabras.
Escribir recarga tu imaginación y eso hace que quieras escribir más. Tu imaginación es siempre leal y salvará tu vida si lo necesitas, igual que la mía lo hizo conmigo. Tu imaginación está ahí en los momentos de más soledad y también en los de más alegría.

Escribe por tu vida


Holly

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Pep talks NNWM. Ralph Peters

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Ralph Peters es autor de treinta libros y también ha publicado mucho como periodista y ensayista. Vive de la escritura. Puedes consultar el texto original de su pep talk pinchando aquí.

Queridos autores:

Puede que El resplandor sea la mejor película que se haya hecho nunca sobre ser escritor, y no porque el personaje de Jack Nicholson se volviera turuta, sino porque ese personaje tenía la ética de trabajo que hace falta para labrarse una carrera. Sí, se limitó a escribir cientos de veces la misma frase: «Mucho trabajo y poca diversión hacen de Jack un tipo aburrido», pero trabajaba todos los días, incluso cuando los jugos creativos no fluían.
Ralph PetersYo nunca he entrado en esa autoindulgencia del bloqueo del escritor, que no es otra cosa que una versión para adultos de «El perro se ha comido mis deberes». El hecho es que hay gente que no tiene nada que decir y, por tanto, nunca serán escritores. Si necesitas inspiración, prueba con la transpiración. Si estás destinado a escribir, escribirás. Sí, todos tenemos dificultades de vez en cuando, nos atragantamos tratando de encontrar la mejor manera de plasmar un personaje o de dar vida a una escena crucial. Pero la mejor manera de enfrentarse a esos problemas es sentarse y empezar a mecanografiar. Las cosas pasan cuando tú haces que pasen.
Sí, fuera todo es maravilloso, tus amigos están de fiesta y tienes recados que hay que atender ya; tienes que investigar más, otro correo electrónico que necesita respuesta… Siempre hay una escusa para no escribir, pero si te habitúas a agarrarte a las excusas, nunca llegarás a ser un profesional. Es mejor escribir una bazofia, tirarla y empezar de nuevo la mañana siguiente que esquivar tu batalla diaria con el teclado.
Ha habido días en los que, simplemente, no podía obligarme a sentarme frente al ordenador, pero han sido raras excepciones. Es más normal que, aunque no me apetezca encadenarme al escritorio, me siente y me ponga a trabajar de todas maneras. Soy un escritor. Éste es mi trabajo. Muchas veces he querido renunciar pero me he mantenido fiel a mi misión… y me he dado cuenta, después de una hora estéril, de que había escrito algo tan bueno que me hacía la pregunta más satisfactoria que puede salir de un escritor: «Vaya, ¿de dónde ha salido esto?».
A muchos aspirantes a escritor solamente les atrae el concepto idealizado de ser un autor, pero no les entusiasma el trabajo de verdad. Bueno, la única manera de aprender a escribir es escribir (y escribir mucho). Siéntate y empieza. Aunque sólo mecanografíes «Mucho trabajo y poca diversión hacen de Jack un tipo aburrido».
Escribir es un trabajo penoso, desalentador, no saludable e infinitamente frustrante. Y cuando todo ello viene junto es una gloria.
En estos últimos días de NaNoWriMo, ponte a trabajar.

Ralph


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Pep Talks NNWM. Marie Lu

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Marie Lu escribe novelas juveniles y tiene una afición especial por los libros antiutópicos. Es la autora de la trilogía Legend. Podéis leer el texto original en inglés pinchando aquí.

Hey, Wrimos:

Ya has pasado el ecuador. El día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina y ya puedes ver un minúsculo rastro de luz al final del túnel. Pero apenas puedes respirar. Sientes el cerebro seco. Puede que las cosas se estén poniendo un poco crudas, ¿no?
No voy a darte palabras inspiradoras. No voy a contarte lo difícil que es ser escritor ni lo valiente eres por estar haciendo esto (que lo eres, por cierto, ¿no lo sabías?). No tienes tiempo para todo eso, ¡estás intentando acabar una novela! Hoy voy a darte algunos consejos prácticos sobre cómo pasar la tercera semana. El lodazal negro. Las minas del bloqueo del escritor.
Marie LuTrae de la estantería tu libro favorito, el más manoseado y ajado. Encuentra un capítulo que te deje sin respiración. Empieza a mecanografiarlo en un documento nuevo, palabra por palabra. No lo mecanografíes automáticamente, sino pensando en cada palabra. Este ejercicio tiene algo que a mí, personalmente, me ayuda a ver las virtudes de la forma de contar del otro escritor y estimula mis propios pensamientos y mi escritura. Hay que tener cuidado, por supuesto, con no acabar plagiándolo en tu novela, pero inspirarse en otros también tiene sus ventajas.
Escribe una lista en la que aparezcan todos tus personajes. Después, empieza a dibujar líneas para unirlos aleatoriamente. No pienses, sólo une. Cuando hayas acabado, mira el papel. Intenta imaginar la relación que hay entre los personajes que has unido; piensa en algo escandaloso, quizá, o en algo dulce; algo tridimensional e inesperado; una escena explosiva que haga que los junte de repente.
Cambia a una aventura creativa diferente. Este es el momento del NaNoWriMo en el que empiezas a sentirte exhausto, lo cual te hace perezoso  y provoca que tu forma de contar sea perezosa. Puede que las palabras ya no te inspiren, así que cambia a los primos creativos de la escritura: arte, música, juegos y todo lo que se te ocurra. Yo, personalmente, dibujo a mis personajes. Tú puedes hacer lo mismo, incluso si normalmente no dibujas o si no quieres dibujar tus personajes. Tómate diez minutos para hacer el mapa de tu mundo, incluso si estás escribiendo algo de ambientación contemporánea. ¿Dónde está la oficina postal? ¿Cuál es la distribución de esta casa? ¿Qué lugares les gusta visitar a tus personajes? Dibuja un cuadrado en una esquina cualquiera. Haz que ese sea un lugar secreto, prohibido o abandonado; un hotel del amor; un bar con unos falsos cimientos.
Recurre a la música: hazte una lista de reproducción de música que encaje con el tono de tu historia. Tampoco utilices una que ya conozcas. Enchufa unos buenos auriculares, cierra los ojos, ponte cómodo, sube el volumen y piérdete. Reproduce mentalmente las escenas de tu historia. Imagina que la letra forma parte de la novela. Escucha el arco narrativo de la canción. Ve a donde están tus personajes. En algún lugar de esa oscuridad, puede que veas el destello de una escena.
Sin emmargo, ninguno de estos consejos puede superar al definitivo y eterno consejo:
Simplemente, sigue.
Escribe un monólogo entero con tu protagonista si tienes que hacerlo. Utiliza un capítulo sólo para explorar la vida de un antagonista. Escribe una escena que sea sólo un monólogo entre tu héroe y tu villano. Escribe una escena tórrida sobre tu pareja favorita. No tienen por qué seguir un orden cronológico; ni siquiera tienen que aparecer después en tu libro; pero te ayudarán a seguir.
Así que, sigue. Ya casi estás. Sólo un poco más. Eres tenaz. Estás exhausto. Estás decidido. Eres un Escritor.

Marie

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Pep Talks NNWM. Lev Grossman

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Lev Grossman es autor de novelas de éxito como Los magos y The Magician King. Puedes leer el texto original en inglés de esta pep talk pinchando aquí.

Querido novelista:

Muy bien, aquí estamos, ya en la segunda mitad, en el meollo de la cuestión. Proablemente, a estas alturas lo que menos te apetece es una charla sobre la escritura y cómo deberías escribir, así que ni siquiera voy a hablar de escribir. En su lugar, haré una metáfora de la escritura. Mejor, ¿verdad?
Lev GrossmanPongamos que no eres un escritor luchando por su primera novela. Pongamos que eres un Tributo seleccionado para los Juegos del Hambre y que estás aterrorizado porque te enfrentas a una muerte casi segura en la Arena. Y, en lugar de un autor que ha publicado libros, yo voy a ser ese tío borracho que se supone que tiene que decirte cómo sobrevivir.
Además, encajo bastante bien en el perfil. Al igual que Woody Harrelson, soy bajito y calvo; y me gusta beber. Puede que hasta esté borracho ahora mismo, ¿quién sabe? Pero lo que es más importante es que yo he hecho esto antes y he sobrevivido. Así que estoy aquí para decirte: se puede sobrevivir.

Escribir requiere valor.
Esto me lleva al primer punto: escribir una novela es una de esas cosas que podríamos clasificar a priori (al igual que sobrevivir a los Juegos del Hambre o a comerte una pizza entera tú solo) como imposible, pero que no lo es. He escrito cuatro novelas y el próximo año sacaré otra y cada vez que estoy más o menos a la mitad, llego a un punto en el que me digo: admitámoslo, esto no va a funcionar. Teniendo en cuenta la cantidad de palabras que llevo escritas, la cantidad de palabras que me quedan por escribir, el ritmo al que estoy produciendo palabras ahora mismo y lo cutres que son esas palabras, es matemáticamente imposible que nunca termine este libro. Es como la flecha de Zenón: nunca llegará al final.
Pero el tema es que los libros sí llegan al final. Me deja atónito cada vez que pasa, pero los libros se terminan de hacer. ¿Cómo? No es cuestión de tener un momento de avance espectacular. Ser novelista es cuestión de seguir en ello, día tras día, poniendo palabra tras palabra. Es una guerra en la que se lucha pro cada centímetro, en la que lo más complicado es mantener el valor. La principal razón por la que hay gente que quiere escribir novelas y no lo hace es porque pierden el valor y se retiran.
Así que alza la cabeza: una vez que estás en esa arena, los Tributos estarán mordiendo el polvo a tu derecha y a tu izquierda porque han perdido el valor. Pero eso no va a pasarte a ti. Tú vas a conservar tu valor. Si el talento existe, eso es en lo que consiste.

La escritura conlleva dudas.
Veamos, eres un Tributo de los Juegos del Hambre pero no te sientes confiado; te sientes como una mierda. Como si no tuvieras ni idea de lo que estás haciendo. A veces agarras tu arco y tus flechas o tus cuchillos para lanzarlos y estás como: «Ni siquiera me acuerdo de cómo funcionan estas malditas cosas». ¿Por qué? ¿Por qué eres diferente? ¿Qué pasa contigo?
Éste es el punto número 2: no pasa nada contigo. No eres distinto. Todo el mundo se siente igual de mal que tú: es como uno se siente cuando escribe una novela. Escribir una novela es entrar en contacto con sentimientos crudos y primarios, esperanzas, deseos y heridas psíquicas para tratar de modelar con ellos una enorme escultura pública hecha de palabras; y eso es algo tremendamente difícil. Cuando miras a las novelas que han publicado otros, parecen brillantes y perfectas, como si sus autores hubieran sabido desde el principio lo que querían hacer y lo hubieran hecho. Pero créeme: no lo sabían.
Lo que estás sintiendo no sólo es normal: es una buena señal. Alguien dijo alguna vez que un escritor es una persona a la que escribir le resulta difícil. La resistencia que sientes es la prueba de que estás cavando hondo. Escribir una novela es perder el rumbo y volver a encontrarlo una y otra y otra vez.
Un borrador asqueroso no prueba nada. Los borradores crudos están crudos, los de todo el mundo. Ser escritor no es como ser músico. No tienes por qué hacerlo bien todos los días. Lo más maravilloso de ser escritor es que sólo tienes que hacerlo bien una vez. Eso es todo lo que se verá. El único borrador malo es el que no se termina.
Así que vuelve a él. Deja que los otros pierdan coraje y se rindan. Tú quédate en el bosque. Joyce escribió una vez que las armas del escritor son el silencio, el exilio y la astucia. Probablemente, él no estaba pensando en los Juegos del Hambre cuando escribió eso (probablemente) pero encaja en la metáfora. Mientras los Tributos caen a tu derecha y a tu izquierda, tú construirás trampas con estrellas ninja, robarás las armas de los caídos y esperarás tu momento; y cuando estés listo, saldrás de ese bosque como un ángel de la muerte vengativo.
Olvídate de eso de que «la suerte no está nunca de mi parte». ¿Qué diablos significa eso? Atornilla la suerte. No hay suerte. Eres un escritor y los escritores se hacen su propia suerte.

Te veo en la Aldea de los Vencedores.


Lev

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Pep Talks NNWM. Jeff VanderMeer

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Jeff VanderMeer es escritor de novelas y relatos cortos, profesor y editor. Ha escrito The Steampunk Bible y pronto publicará Wonderbook y la trilogía Southern Reach. Podéis consultar el texto original en inglés pinchando aquí.

Querido escritor:

Escribir una novela en un período corto de tiempo requiere paciencia, equilibrio y tenacidad. Si analizas tu proceso de trabajo, maximizas tu productividad y te aseguras de tener tiempo para pensar en tu creación (ese soñar despierto que se necesita para mantener la novela viva en tu cabeza), será más probable que lo consigas. Para lograrlo, échales un vistazo a estos consejos:

Jeff VanderMeerPermítete trabajar en lo que más te apetezca en cada momento. Si estás inspirado para escribir una escena, aunque aún no toque, hazlo. Puede que luego tengas que cambiarla, pero el tiempo que vas a perder en reescribirla lo habrás ganado en energía y fuerza positiva dentro del texto. Este consejo también puede aplicarse cuando quieres cambiar la esencia de una escena. Por ejemplo, si estás escribiendo una conversación y sólo te apetece escribir el diálogo, escríbelo como si fuera un guión y añade la descripción más tarde.

Cuando estés un poco frío para escribir, escoge un punto de vista diferente. Elige un narrador que no sea un personaje y escribe parte de una escena que ya tengas desde esa perspectiva o vuelve atrás y cambia alguna decisión de un personaje: cambia un sí por un no o vice versa. Puede que sólo descubras unos pocos detalles sobre tus personajes, pero algo es mejor que nada.

Cuando estés a la mitad, o a los dos tercios de la novela, tómate un momento para hacer una lista con las escenas que has escrito y cuál es su orden en la novela. Después añade más detalles debajo de cada título: sucesos importantes o momentos emocionales de la escena. Asegúrate de que lo que tienes suene bien; después, puedes ajustar lo que te queda de trama o, si no la tienes, diseñarla.

No entres en pánico. Para no asustarse, una de las cosas que hay que hacer es centrarse en el trabajo de cada día, y eso significa que por la noche tienes que tener una ligera idea de lo que vas a escribir al día siguiente. Además, imprimirle esa tarea a tu subconsciente puede hacer que por la mañana tengas más ideas. Durante los primeros días del mes, hazte consciente de lo que razonablemente puedes hacer para terminar en un día prudente y no te cargues con más: eso lleva a la frustración y, al final, al pánico.

Por último, proponte conseguirlo haciendo otras cosas que te revitalicen. Algo de ejercicio, por ejemplo, comer algo de chocolate, sacar algo de tiempo para ver un trozo de un programa de televisión... Puedes crear pequeñas islas de tiempo en las que estés lejos de tu novela y que te ayuden a conservar tu equilibrio. El cansancio afectará tanto a la calidad de lo que escribes como a tu productividad hacia el final del mes.

NaNoWriMo puede parecer un sprint, pero cuatro semanas pueden ser una eternidad si te preparas bien. A veces, la única diferencia entre ganar y perder es la preparación, y eso significa asegurarse de que tu mente consciente y tu subconsciente tengan todas las oportunidades posibles para ser útiles en tu escritura. ¡Buena suerte!

Jeff


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Pep Talks NNWM. Bella Andre

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Bella Andre dio el salto de la autopublicación con un gran contrato de Harlequien MIRA. Su saga Sullivan publica títulos regularmente. Podéis leer el texto original en inglés de esta pep talk pinchando aquí.

Querido novelista:

En los talleres que doy para escritores, siempre hablo mucho de bloquear el ruido blanco (correo electrónico, Facebook, llamadas, búsqueda de información que realmente no necesitas para escribir un primer borrador…) y de ponerse anteojeras para centrarse en el libro. Esta es una lección que yo personalmente reaprendo con cada libro que escribo.
En los dos últimos años he escrito diez entregas de mi saga romántica contemporánea sobre la familia Sullivan. Hoy he empezado el décimo primero.
Bella AndreEsa es la versión bonita y resumida pero, si le quitas la cubierta de colorines brillantes, mis últimos treinta meses han sido más bien así:
-Decidir de empezar mi nuevo libro
-Hacer de todo menos empezar el libro
-Hacer más planes para empezar el libro, esta vez en serio
-Enfadarme por no haber empezado el libro
-Convencerme de que ponerme con las cosas que aún están en mi enorme lista de tareas pendientes es una labor realmente importante y necesaria, así que, ¿cómo voy a empezar el libro ya?
-Tachar cosas de la lista de tareas… y ponerme cada día más cascarrabias
-Obligarme a sentarme frente al ordenador, mirar a la página en blanco y no levantarme hasta que haya escrito al menos 1.000 palabras
-Darme cuenta, finalmente (¡otra vez!), de que lo más importante tanto para mi carrera como para mi paz mental es sentarme y escribir. Todos los días. De un libro al siguiente.
El comienzo del decimoprimer volumen de Sullivan no ha sido una excepción. He seguido todos los estos pasos durante las últimas dos semanas, hasta que ya no he podido más. Cuando me he levantado esta mañana, he decidido que mi lista de tareas pendientes puede esperar. Responder correos electrónicos puede esperar. Un paseo puede esperar. La comida puede esperar. Pero el libro no.
De verdad  creo que no importa el punto de tu carrera en el que estés: el libro es siempre lo más importante. Para un escritor novel, terminar el primer libro requerirá mucha concentración y tenacidad. Todo lo que quieres es llegar al “FIN”; pero, una vez que el libro está en manos de tus lectores, lo más importante siempre será tu próximo libro. Lo he comprobado una y otra vez, tanto conmigo como con otros escritores: la única técnica a prueba de fuego para que el éxito siga llegando es escribir el siguiente libro. Y el siguiente. Y el que va detrás de él.
La concentración siempre viene en ese momento en el que finalmente decido empezar un nuevo libro. Por fortuna, con el paso de los días y a medida que me voy sumergiendo en el manuscrito, bloquear ese ruido blanco y concentrarme en escribir se vuelve mucho más fácil.
Por eso me encanta NaNoWriMo, porque se trata de darle prioridad al libro.

¡Feliz escritura!


Bella Andre


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Pep Talks NNWM. Malinda Lo

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Malinda Lo ha publicado varias novelas juveniles, entre ellas Adaptation, Inheritance y Huntress y es confundadora del proyecto Diversity in YA, un espacio dedicado a la literatura para jóvenes. Podéis encontrar el texto original en inglés pinchando aquí.


Querido compañero escritor:

Malinda LoHay muchos mitos sobre la literatura: que si los escritores son artistas trastornados, que si son unos borrachos, que si son unos artistas trastornados y borrachos… Pero, en mi opinión, uno de los más insidiosos es ese de que para escribir hay que estar obligatoriamente inspirado. He oído a algunos escritores decir cosas como «Es que hoy no estaba inspirado para escribir» o «Estoy esperando a esa chispa de inspiración, ¿sabes?».

Te voy a revelar un pequeño secreto: si esperas que la inspiración te venga antes de sentarte a escribir, probablemente nunca termines ni una sola cosa. La inspiración es como esa chica buenísima o ese chico potente al que conociste un día en una fiesta y que, en cuanto hablaste con él, te pareció que estaba tan colado por ti como tú por él. Había contacto visual, había flirteo… quizá incluso un roce casual de tu mano con las suyas, ¿a que sí? Lo sé, a mí me ha pasado. Al acabar la noche te pidió tu teléfono y te dijo: «Te llamaré. Tenemos que salir algún día». Pero nunca lo hizo, y tú te quedaste esperando una llamada que nunca llegaría y sintiéndote cada vez más idiota.

Con la inspiración pasa lo mismo: es seductora y atrayente, pero no puedes depender de que te llame. Esto no funciona así. Lo bueno es que la inspiración no tiene nada que ver con que tú acabes o no tu libro: eso sólo depende de tu sentido de la disciplina.

Esto es lo que pasa cuando me siento a escribir. Primero, apago mi conexión a internet con el programa Freedom. (¡Internet es el asesino número uno para la productividad del escritor!). Segundo, abro Scrivener. (Sustituye Scrivener por el procesador de textos que más te vaya a ti). Tercero, me obligo a quedarme sentada frente a mi proyecto hasta que Freedom dice que ya he acabado. (Siempre lo programo para al menos una hora, y muchas veces para tres). No me permito levantarme a preparar un sinnúmero de tazas de té (con una me vale). Simplemente me siento ahí. Eso es todo.

¿Cuántas veces estoy llena de inspiración antes de empezar a escribir? Más bien casi ninguna. En su lugar, normalmente miro mi proyecto con una vaga sensación de condena. A veces me digo: «¿Y qué puñetas hago yo ahora con esta escena? ¡No sé cómo llevar mis personajes del punto A al punto B! ¡Quiero abrir mi twitter!».

El truco es éste: mientras me quede ahí sentada con mi proyecto, en algún momento escribiré algo, porque no hay nada más que hacer. Puede que lo que escriba no sea bueno, pero eso no importa. Cuando estás escribiendo un primer borrador, que es lo que la mayoría estáis haciendo este mes, lo más importante es seguir adelante. Tu primera prueba estará infestada de errores, pero para eso existe la revisión. Ahora mismo, sólo tienes que ocuparte de meter esas palabras feas y equivocadas en el ordenador  para poder arreglarlas después.

Por tanto, no es la inspiración lo que escribe tu libro. Es la disciplina. Aún así, hay veces que la inspiración se aparece y te hace una visita inesperada. Imagínate:

Estás sentado sin internet, escribiendo unas palabras horribles, pensando que seguramente sea  la chapuza más miserable que se haya escrito nunca con Scrivener. De pronto, te parecerá que algo que has escrito se extiende hacia ti, como si las palabras cobraran vida por sí mismas y te gritaran para que les prestases atención. Leerás esa frase que has escrito y pensarás: «Guau, ¿es eso en lo que consiste esta escena?». Y todo se acelerará.  Será como si, milagrosamente, hubieras dado con lo que realmente importa en esa novela que estás escribiendo, como si hubieras podido ver un destello de a dónde te diriges y por qué vas hacia allí. Será como si esa persona a la que le diste tu número (esa que nunca te llamó) finalmente te llamara.

La inspiración es así de caprichosa. Se presenta cuando menos te lo esperas, sexy, exhilarante y recordándote por qué pusiste el culo en la silla, cerraste el twitter (junto con el resto de internet) y te obligaste a caminar por el árido valle de los no muy buenos, o muy malos, primeros borradores.

Disfruta de la inspiración mientras esté ahí. Disfrútala porque es poco frecuente y valiosa, pero  no esperes que se presente todos los días. Lo único que necesitas todos los días es a ti mismo y tu determinación para seguir hasta el final. Puedes hacerlo.

Malinda
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Pep Talks NNWM. Patrick Rothfuss

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Patrick RothfussPatrick Rothfuss trabaja actualmente en el tercer libro de su trilogía, formada actualmente por los títulos El nombre del viento y El temor del hombre sabio. Podéis consultar el texto original de esta pep talk en inglés pinchando aquí.



Hola a todos:
Para ser sinceros, no estoy muy seguro de que deba estar escribiendo esto. Aunque conozco NaNoWriMo desde hace mucho, sólo he participado una vez. Pero esto está pensado para darte ánimos, así que supongo que debería estar alentándote, inspirándote, pidiéndote que, por lo que más quieras, sigas nanowrimeando todo el mes.
Pues vamos a ello. Eres genial. Lo sabes, ¿cierto? Aquí todos somos escritores. Somos geniales por definición. Date por animado. Y ahora, voy a incitarte a romper las reglas.
No me refiero a las pequeñas reglas, esas cosas de gramática como que no dejes frases sin acabar o que no empieces un párrafo con «pero» (aunque te animo a que las rompas también). No hablo siquiera de esas reglas un poco más importantes en las que casi todo el mundo coincide, como lo de «escribe sobre algo que conozcas», «evita os adverbios» o «no utilices pasivas». (Aunque también puedo decidir si les hago caso o no). No, te voy a animar a que romas las reglas del propio NaNoWriMo.
Sé qué se supone que tienes que hacer aquí. Se supone que tienes que empezar de cero, empezar una nueva novela y trazar un camino siempre hacia delante sin retroceder nunca jamás para revisar.
Esas reglas no son malas: te ayudan a aprender la única regla verdadera de la escritura, la única que es absolutamente real e inviolable:
1Sí, ciertamente. Tienes que sentarte y ponerte a escribir.
1aNo debería usted ir a ver una película en su lugar, ni un programa de televisión. Debería escribir. No, para. No tienes que limpiar el frigorífico justo ahora. Tampoco necesitas ponerte a ordenar los cubos de la basura. No estoy de broma, en absoluto. Ve a escribir.
1bNo debería usted pensar sobre la escritura. Eso no es escribir. La peor novela no publicada de todos los tiempos es mejor que esa idea brillante que tienes en la cabeza. ¿Por qué? Porque incluso la peor novela de la historia está escrita. Eso significa que es un libro, mientras que tu idea no es más que una fantasía inútil. Mi perra solía soñar que cazaba conejos; no escribió ninguna novela sobre perseguir conejos. Es distinto.
1cTampoco debería usted leer. Ya sé que está relacionado con los libros, pero no es escribir. No vale, incluso si es un libro sobre cómo escribir. No, no importa si estás haciendo un poco de investigación, eso puedes hacerlo luego. Siéntate. Ahora. Escribe.
Las normas de NaNoWriMo son útiles porque te obligan a seguir esa única Verdad Platónica, como pone arriba. Dicho esto, voy a animarte a que romas esas reglas.
NaNoWriMo es genial para que aprendas a trazar un camino, pero se nos llena el ojo antes que la tripa. Conozco gente que todos los años empieza desde cero porque es lo que dicen las normas, y al final acaban con una ristra de novelas de 50.000 palabras a medio acabar.
Así que te digo: No tienes por qué empezar de cero. (Eso sí, las palabras que hayas escrito antes no cuentan para NaNoWriMo.)
NaNoWriMo dice que no debes retroceder para revisar. Pero, sinceramente, la escritura y la revisión van de la mano. Así que, si te das cuenta de que necesitas cambiar algo que escribiste tres capítulos antes, ve y hazlo.  Es cierto que eso significa que estás todo el rato produciendo palabras como churros, pero sirve para hacer tu historia mejor. Y estamos aquí para escribir buenas historias, ¿verdad?
Así que te digo: Revisa de vez en cuando.
NaNoWriMo dice que no debes ocuparte de más de un proyecto. Cuando participé, hace dos años, estuve cambiando constantemente de un proyecto que estaba sacando de cero al tercer libro de mi trilogía. ¿Por qué? Porque tenía una idea genial para una escena de ese tercer libro, algo que me apetecía mucho escribir. ¿Por qué debería ignorar ese impulso? Cuando estás entusiasmado, la escritura viene rápida y fácilmente. ¿Crees que mi editor derramó una sola lágrima porque había roto esa regla en particular? ¿Crees que mis lectores se molestaron? No, no lo hicieron.
Así que te digo: Trabaja en lo que más te entusiasme en cada momento.
Ahora, para que se sepa toda la verdad, he de decir que cuando hice todas estas cosas hace dos años perdí el NaNoWriMo. Escribí sólo unas 35.000 palabras. No me gané el derecho de alardear, ni el icono especial en mi perfil ni una camiseta guay. Pero aprendí algunas cosas y mejoré mis habilidades artísticas. ¿Hay alguna moraleja en esta historia? En realidad, no. Simplemente soy de esos a los que les gusta llevar la contraria por naturaleza y animar a la gente a que piense en todas las opciones que tiene.
Como escritor, considerar todas las opciones significa pensar en qué parte de tu habilidad artística quieres mejorar. Así que si eres de esa clase de escritores que necesitan trabajar la producción de palabras (como yo), quizá las normas de NaNoWriMo te vengan bien. Pero insisto, también puede que no.
En cualquier caso, lo más importante es ponerse a ello y hacerlo. Siéntate. Ya. Escribe.
Pat
Pd: Si tienes curiosidad por saber los detalles de cómo perdí el NaNoWriMo, aquí está la entrada (en inglés) que escribí sobre ello en mi blog.
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Pep Talks NNWM. Catherynne M. Valente

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Catherynne M. ValenteCatherynne M. Valente, autora de más de veinte libros de ficción y poesía, entre ellos DeathlessThe Girl Who Circumnavigated Fairyland in a Ship of Her Own Making, The Girl Who Fell Beneath Fairyland and Led the Revels There, y el recién publicado The Girl Who Soared Over Fairyland and Cut the Moon in Two, ofreció en día 5 de noviembre de 2013 esta pep talk para NaNoWriMo. Podéis consultar el texto original en inglés pinchando aquí.



Queridos velocistas de la literatura:

Mientras os escribo esto, yo misma estoy en medio de una carrera frenética para cumplir el plazo de una novela. Tengo muy poco tiempo para un montón de ficción, pero he dejado un rato la mina de las palabras para hablaros de esta locura que nos empeñamos en conseguir.
Descubrí NaNoWriMo cuando sólo llevaban organizándolo dos años. Sólo cómo sonaba (el reto, la aparente imposibilidad) encendió un fuego dentro de mí. Incluso escribí un manifiesto sobre ello, pero yo no podía esperar hasta noviembre para empezar. Con mis 22 años y una carga de arrogancia, estupidez y ambición a partes iguales decidí que conseguirlo en treinta días era demasiado fácil: yo iba a hacerlo en diez.
Y lo hice. Escribí mi primera novela, The labyrinth, (de la que, por cierto, el año pasado salió una nueva edición) entre los días 1 y 11 e octubre de 2002. No sabía que no pudiera hacerlo, así que lo hice. Ese fue el primer libro que publiqué y aún estoy orgullosa de él. Si no hubiera sido por NaNoWriMo, aquella poetisa perdida a sus 22 años que leía las cartas en un pequeño local cerca de un Starbucks de Rhode Island, aquella chica sin objetivos claros y con menos idea aún de cómo podría escribir algo más largo que sus poemas (que ya admitía que eran grandilocuentes) podría no haber sabido nunca cuántas novelas tenía esperando dentro de ella.
Os confesaré, mis almas gemelas, que desde entonces la mayoría de mis novelas se han escrito a marchas dobles. Ahora mismo tardo entre 4 y 12 semanas; en mecanografiarlas, quiero decir. Pensar, soñar en voz alta e imaginármelas sigue llevando años, pero es el trabajo más dulce del mundo.
Para bien o para mal, la organización que me enseñó NaNoWriMo hace 11 años aún hoy forma parte de mi hábito de escritura. Todo eso ayuda a mi mente obsesionada por los números y la estructura a limitar mi espacio infinito en una cáscara de nuez e intentar escribir todos los meses como si fuera noviembre. (La palabra clave ahí es “intentar”.)
Sí, esto es un experimento. Sí, es difícil y no tiene por qué poner los pilares de una carrera literaria en todos los casos, pero puede hacerlo. Un escritor profesional, a tiempo completo, con frecuencia escribe más de 1667 palabras diarias durante períodos de más de treinta días. Aprende cómo trabajar y preparar ese músculo para que, cuando eche la vista atrás, hacia los viejos tiempos de «50.000 palabras en un mes», le parezca una tarea fácil.
Cuando te presentes en el escenario, saca pecho como un tucán repajoleramente orgulloso y haz lo que tengas que hacer.
Esa es quizá la habilidad más importante para tener una buena vida laboral, sea cual sea tu trabajo.
Estoy aquí para decirte que puedes hacerlo. Es más, no sólo que puedes hacerlo, sino que puedes seguir haciéndolo. Cuídate y este viaje extraño, estresante y provocador de dolores de muñecas en el que te has embarcado podrá (como ya lo hacen Red Bull, Daedelus y la ingeniería genética nivel garaje) darte alas.
También voy a contaros lo que traté de decir en el foro de NaNoWriMo en 2002, una idea que provocó mas risas que simpatías entonces pero que quizá encuentre más apoyos ahora que me he pasado la mayor parte de la última década apostando por lo que quiero.
Así que aquí está, gatos y gatas: mi única y exclusiva Regla Personal de las Pruebas para Récords de Velocidad en el Mundo de la Literatura, dictada por Catherynne Valente, circa 2013. (Como todas las reglas propuetas por escritores, ignorarla o seguirla es cosa tuya, siéntete libre.)
Puedes ser rápido y bueno a la vez.
Aunque no presionarte demasiado es importante, no lo es menos saber que la calidad y la velocidad no tienen nada que ver la una con la otra. Puedes escribir algo emocionante y brillante en treinta días. Puedes hacerlo en diez. No hay motivos suficientes en esta verde tierra para no darle una oportunidad a la gloria. Después de todo, vas a pasar estos treinta días frente al ordenador de todas formas, así que no estaría de más ponerle todas tus ganas. Puedes salir transformado.
Escribe algo de verdad. Escribe algo terrorífico. Escribe algo que cale hasta los huesos. Estás en este planeta para escribir la historia de lo que has visto, de lo que has oído, de lo que has sentido, de lo que has aprendido. El esfuerzo que pongas en esta búsqueda no puede ser en vano. La forma de contar tu historia que te resulte más realista, más vívida, más de tu estilo, ésa es la correcta.
Así que grita. Dilo bien alto y claro, de otra forma y en negrita. Dilo con ballenas espaciales o con películas mudas. Dilo con desesperación, con guerras, con dragones, con grandes barcos, con un divorcio en los suburbios o con esqueletos danzarines y un kraken en las alas.
Dilo rápido, antes de que te asustes y decidas acallarte. Nunca desearás haber aguantado un poco más.

Catherynne

Publicado por Gileblit

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