Cómo encargar una corrección

Elegir una plataforma de autopublicación no significa, necesariamente, tener que renunciar a los servicios que una editorial nos ofrecería, como la corrección. Vamos a explicar un poco en qué consiste, qué tipos hay, las ventajas que tiene y cómo podemos contratar un corrector.

¿Qué es la corrección?

La RAE define corrección (en su quinta acepción) como: «Alteración o cambio que se hace en las obras escritas o de otro género, para quitarles defectos o errores, o para darles mayor perfección».
Esta descripción es un poco vaga y no se ajusta a todos los tipos de corrección que hay, así que vamos a ahondar un poco.

¿Qué tipos de corrección hay?

Para textos que se publican en su lengua original, fundamentalmente hablamos de dos: la corrección ortotipográfica y la corrección de estilo.
-Corrección ortotipográfica: consiste en la eliminación de todos los errores del texto y la unificación de la ortografía y la gramática. Es decir, un corrector ortotipográfico vigilará que no haya dedazos o typos, que la ortografía sea correcta, que no se rompan las reglas gramaticales y que no haya varias grafías para la misma palabra (por ejemplo, si encuentra 'periodo' y 'período', ambas correctas, las unificará para que todas tengan la misma grafía; lo mismo pasaría, por ejemplo, con los leísmos correctos).
-Corrección de estilo: al contrario de lo que pudiera parecer, este tipo de corrección no sirve para cambiar el estilo de un texto, sino que se ocupa de detectar y corregir elementos que, aun no siendo propiamente incorrectos, suponen una falta de perfección. Estaríamos hablando de repeticiones de palabras, rimas internas, mala estructuración del texto... Es un tipo de corrección más profunda que la ortotipográfica.

Debido a la naturaleza del texto literario, que se supone que está muy cuidado en cuestiones de estilo y que no tiene por qué atenerse tanto a las convenciones como un documento legal, por ejemplo, quizá el tipo de corrección más adecuado para una novela o una obra de teatro sea la ortotipográfica. Además, en caso de que la maquetación del texto esté hecha en PDF y contenga elementos gráficos, el corrector de pruebas también nos avisará de otros tipos de fallos, como si las imágenes no están bien colocadas, si la tipografía es uniforme, etc.

¿Qué ventajas tiene contratar un corrector?

Los correctores son profesionales especializados en detectar errores de los que, al escribir, muchas veces no nos damos cuenta: el orden de las letras de una palabra, un mal uso gramatical, un vicio lingüístico que no es correcto... Además, que nos corrijan un texto puede ser una oportunidad de aprender: normalmente el corrector nos enviará, junto con nuestro original corregido, un informe en el que podremos ver los fallos más comunes que tenía nuestro texto y cómo se han solucionado. Para los siguientes proyectos, podemos intentar utilizar esos puntos para ir mejorando por nosotros mismos nuestro uso del lenguaje.
La lengua es parte fundamental de nuestra labor, así que nunca está de más mirar por ella.

¿Cómo se contrata a un corrector?

Sólo con buscar en Google encontraréis decenas de agencias de corrección y servicios editoriales diversos; en LinkedIn y Facebook tenéis también a un montón de profesionales autónomos dispuestos a trabajar. ¿Cómo encontrar al correcto? Si nos decidimos por una agencia, debemos asegurarnos de que la empresa acepta textos, en este caso, literarios: hay algunas que sólo se dedican a tipos muy concretos.
Si preferimos a un corrector autónomo, podemos consultar sus perfiles en internet (redes sociales, asociaciones, etc.) y ver si tiene una formación adecuada para el trabajo (Grados/Licenciaturas en Filología Hispánica, Lenguas Modernas, etc.; cursos de edición, corrección, etc.).
Una vez que hayamos elegido al corrector o a la empresa, debemos ponernos en contacto con ellos y pedir un presupuesto. A la hora de pedirlo, debemos preguntar qué datos necesitan. Lo más normal es que tengamos que especificar:
-el tipo de texto,
-el formato en el que vamos a enviarlo y;
-qué extensión tiene (en palabras o matrices, normalmente).
Otra posibilidad es que directamente nos pidan que enviemos el archivo para poder valorarlo.
También podemos pedir que nos estimen un plazo o especificar las normas que queremos que se apliquen en la corrección (si queremos que se conserven o no los leísmos correctos, si queremos que no se siga alguna normativa de la RAE, como la eliminación de las tildes de los demostrativos...).
La forma de tarifar puede variar de un corrector a otro: hay los que miden por palabras o por matrices (caracteres con espacios) y los que cobran haciendo un cálculo aproximado de las horas de trabajo en función de los parámetros anteriores.

Los correctores son profesionales

La corrección es una profesión, no un pasatiempo. Por lo tanto, es una falta grave de respeto insinuar siquiera que cualquier persona puede hacer su trabajo o que no debería cobrar por «echar un ojo» o por «algo que puede hacer el corrector de Word»: los correctores son profesionales que se han formado para llevar a cabo este trabajo (bastante más complejo de lo que hace Word) y que viven de ello.
Además, antes de echarnos las manos a la cabeza por el precio que nos han estimado en un presupuesto, podemos consultar las tarifas de varias empresas o las que recomiendan diferentes asociaciones de correctores: sólo así podremos valorar correctamente el presupuesto que nos han dado. Si el presupuesto que nos proponen nos parece alto, podemos rechazarlo o intentar negociarlo, pero siempre con educación: si el corrector no quiere negociar, no se debe insistir ni tampoco proponer rebajas del tipo «Bueno, pero si le echas sólo un vistazo rápido, ¿me cobras menos?». A un médico no le diríamos nunca que nos operara rapidito para ver si nos cobra menos, así que a un corrector tampoco deberíamos proponérselo. Tratémoslos como lo que son: profesionales de la lengua.

Publicado por Gileblit

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Estimular la curiosidad del lector a través del misterio

Hay muchas formas de hacer que un lector se interese por tu novela dependiendo de qué tipo de trama o tema quieras utilizar: hay novelas cuyo atractivo reside en la evolución de un personaje, en cómo se muestra un determinado escenario (al margen de lo que pase en él) o, en la mayoría de los casos, en un misterio que se va desenvolviendo poco a poco. Esta última opción es de las más recurrentes y también de las más efectivas... Si se sabe llevar bien.
En primer lugar, para partir de una base firme, vamos a definir qué es un punto de misterio. El punto de misterio será aquel asunto de una obra que el lector no conozca del todo pero del que sepa lo suficiente como para sentir curiosidad. Ahí está el secreto: en despertar la curiosidad del lector, hacer que se pregunte cosas.
¿Qué necesitamos para que el lector se haga preguntas? Para verlo, analicemos la estructura de algunas oraciones interrogativas simples:
Ej. 1: ¿Quién asesinó al entrenador?
Ej. 2: ¿Cómo se hizo la bailarina esa cicatriz?
Ej. 3: ¿Llegará el explorador a la Antártida?
Ej. 4: ¿Podrá el mago derrotar a su enemigo y salvar el mundo?
Como podéis ver, aquí tenemos dos tipos de preguntas: las que se responden con sí o no (3 y 4) y las que buscan una respuesta más completa (1 y 2), pero, básicamente, en todas hay dos partes: un elemento conocido (que han asesinado al entrenador, que la bailarina tiene una cicatriz, que el explorador quiere o debe llegar a la Antártida, que el mago tiene que derrotar a su enemigo y salvar el mundo) y uno desconocido. Por lo tanto, para hacer que el lector sienta curiosidad por algo, tenemos que jugar con los elementos conocidos y desconocidos.
Normalmente, una novela gira alrededor de un misterio principal (puede haber otros secundarios, pero hoy vamos a centrarnos en el que vertebra toda la novela como conjunto) que debemos definir desde el principio. Para hacerlo, el género en el que nos movamos puede darnos algunas pistas. Por ejemplo, en una novela negra el misterio girará normalmente alrededor de la identidad de un asesino; en una novela de aventuras, alrededor del éxito de una misión; en una novela romántica, alrededor del resultado de una relación, etc.
Una vez que tenemos el misterio principal, es hora de pensar en cómo vamos a mantenerlo oculto hasta el final sin perder el interés del lector. Lo ideal es intentar trazar un camino de migas de pan, pequeños conflictos o preguntas que vayan conduciendo poco a poco a la resolución del misterio principal: la curiosidad tiene un límite muy inferior a las cien, doscientas, trescientas... páginas de la novela. Hay que ir dando pequeños aperitivos, desvelar las cosas paso a paso y, como tanto insistimos siempre, dejar trabajar la mente del lector, que vaya creando su propia resolución, aunque luego al final no sea la correcta. Esto lo conseguiremos mediante el juego con las tramas y los focos de misterio secundarios. Por ejemplo, en una novela negra en la que el misterio principal es la identidad del asesino, podemos estimular la curiosidad del lector con la identidad del personaje asesinado, la historia de un investigador, un personaje relacionado con alguno de ellos que actúa de manera extraña, la aparición de objetos raros o desconocidos...  En cierto modo, sería como trazar un sendero más o menos tortuoso hacia la resolución.

Crear una novela alrededor de un misterio requiere fundamentalmente dos cosas: plantear una pregunta principal, que se plantea desde el principio pero no se resolverá hasta el final, y preguntas secundarias que vayan desvelando pequeños trozos de la trama que vayan manteniendo la curiosidad del lector. Sería, por hacer una comparación gráfica, como enseñarle al lector el marco de un puzzle e ir poniendo las piezas del borde pero reservando las centrales, las que dan sentido a todo el dibujo, para el final.

Publicado por Gileblit

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Formatos de ebook

El mundo del libro electrónico está ahora mismo parcelado en varios formatos. En función de dónde queráis publicar el vuestro y de los lectores a los que queráis llegar, tendréis que optar por uno o por otro y maquetarlos lo mejor posible, ya que convertir automáticamente con programas no siempre es una buena opción. En esta entrada nos vamos a centrar en los tres formatos más utilizados ahora mismo: el PDF, el epub y el mobi. Primero vamos a comentarlos en detalle uno por uno y después, al final, lo sintetizaremos todo en una tabla.


PDF

Lo fundamental que hay que entender de este formato lo que crea es una imagen. Es cierto que, en función de cómo lo construyamos, podemos hacer que el texto pueda seleccionarse, pero eso no significa que sea un archivo de texto dinámico, como el epub o el mobi. Para que se vea mas claro: las páginas de un PDF son iguales abramos donde abramos el archivo. Podemos verlo más grande o más pequeño, pero las palabras que contiene y la forma de presentarlas no cambia a no ser que lo editemos: es como una foto de un texto. Por eso, este formato suele utilizarse sobre todo para imprimir documentos, porque podemos ver el resultado final y sabemos que no va a cambiar en el papel. Si lo que queremos hacer es una edición en papel, lo más sencillo y fiable será crear directamente un archivo PDF.
Para crear archivos PDF, tenemos programas tan sencillos como los procesadores de textos, que ya incluyen (en su mayoría) una opción para guardar o convertir los archivos en PDF. A nivel profesional, o si queremos una herramientas más potente (sobre todo para archivos muy largos que colapsan el procesador de textos), también tenemos la opción de Adobe: InDesign. Tiene una curva de aprendizaje amplia, pero vale la pena si queréis un buen producto. Otra opción, quizá la más segura para crear buenos archivos de imprenta, es contactar con un maquetador para que os lo prepare: no cuesta mucho dinero y el resultado merece la pena.
Aunque el formato PDF es muy bueno para imprenta, no es el más recomendado para comercializarlo como libro electrónico: lo más seguro es que sólo lo lean aquellos que tengan por costumbre leer en tabletas u ordenadores o gente que esté dispuesta a imprimir el libro.


Epub y mobi

Tanto el formato .epub como el .mobi son de texto dinámico, es decir, que se adaptan a las características de cada lector: tamaño de pantalla, tamaño de letra, márgenes... Al gusto del cliente. Es, para hacerlo más claro, como si el texto fuera un cuadro muy grande que cada lector fuera partiendo y aumentando según cómo esté configurado. Básicamente, ambos sistemas se basan en la codificación HTML (si queréis que hablemos más de esto en futuras entradas, poned un comentario), que diferencia fragmentos de texto para mostrarlos con los formatos que nosotros programemos: negrita, mayor tamaño de letra, alineación... Todas esas anotaciones que se incluyen en el archivo se combinan después con las que cada lector configura en su aparato y forman una presentación del texto personalizada. Pongamos un ejemplo: si tomamos un archivo .epub cualquiera (en la web del Proyecto Gutenberg, por ejemplo, hay muchos para descargar) y lo abrimos con Calibre, el programa abrirá una ventana de un tamaño determinado. Si jugamos con el marco de la ventana y vamos variando el tamaño, el texto no se ampliará ni se reducirá, sino que irá apareciendo o desapareciendo para conservar las características: es texto dinámico. Por si no ha quedado muy claro o no queréis entreteneros en probar, dejo aquí unas capturas de pantalla:



Para hacer un fichero epub, tenemos varias opciones en función de la calidad que queramos dar a la maquetación:
1. Convertir de PDF a .epub: no es recomendable. En algunos casos sale bien, pero depende mucho de los programas que utilicemos. Por ejemplo, uno de los problemas más recurrentes es que cada salto de línea del PDF se convierta en un salto de párrafo, lo cual resulta bastante desagradable después en un lector de libros electrónicos.
2. Convertir con Calibre un archivo .doc, .docx o .rtf a .epub: es sencillo y el resultado es medianamente bueno. Lo malo es que los formatos de los títulos. el texto, etc. no siempre se quedan bien en el archivo final. Si queréis ver algunos trucos para que el formato se estropee lo menos posible con la conversión, echadle un vistazo a este artículo.
3. Programar el archivo con un programa específico para .epub: Sigil es un programa gratuito, bastante básico pero más que suficiente si tenéis unas nociones mínimas de HTML. Además, cuenta con una página web de tutoriales paso a paso. Es una opción que requiere más trabajo, pero los resultados son muchísimo mejores, ya que podemos trabajar directamente con el formato final.

El formato mobi, al llevar una codificación muy parecida a la del .epub, se puede obtener mediante conversión con Calibre: no se pierde nada de formato.

La principal diferencia entre .epub y .mobi es el tipo de lectores al que llegamos y las plataformas en las que podemos publicar: .mobi es el formato de Amazon, que se puede leer en dispositivos Kindle, ordenadores, tabletas y teléfonos con el programa gratuito de Kindle instalado (y también en varias marcas de lectores que incorporan este formato); el .epub es el formato que leen absolutamente todos los lectores de libro electrónico excepto los Kindle. No obstante, la conversión de uno a otro es sencilla (salvo que lleven la proteción DRM), así que en realidad no es tan decisivo elegir uno u otro.

Aquí os dejamos un pequeño cuadro-resumen con las características de cada formato:


Tener claro el formato final en el que queremos presentar un libro es fundamental para poder prepararlo bien y atajar desde el principio todos los posibles problemas de formato, además de para saber a qué tipo de lectores vamos a llegar. Si prefieres contratar un maquetador profesional, puedes pedirle consejo sobre el formato más adecuado para ti.



Publicado por Gileblit


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Trucos para no perder documentos

Ajustar el guardado automático

Todos los procesadores de textos tienen la opción de realizar guardados automáticos cada cierto tiempo. En el caso de Microsoft Word 2013, lo podéis encontrar en Archivo/Opciones/Guardar. En ese recuadro de diálogo podréis especificar cada cuanto tiempo queréis guardar información de autorrecuperación (por defecto, estará en diez minutos, pero yo os recomendaría cada 3-5, a no ser que tengáis un ordenador muy limitado). Si el programa se cierra sin que hayáis guardado el documento, la siguiente vez que abráis Word debería aparecer una barra a la izquierda con las versiones no guardadas de vuestro documento: ahí tendréis guardadas todas las que Windows haya guardado.

Copias de seguridad

Éste es el talón de Aquiles de todos los que trabajamos con ordenadores: sabemos que tenemos que hacerlas, pero al final no las hacemos. Lo ideal sería tener un disco duro externo e ir copiando en él todos los documentos, una o dos veces al día. Es fácil y, sin embargo la mayoría no lo solemos hacer. Para estos casos, tenemos, afortunadamente, plataformas gratuitas que nos permiten hacer copias de seguridad de manera automática y en la nube.
Las más populares y fáciles de utilizar ahora mismo son Google Drive y Dropbox. Estos programas instalan en el equipo una carpeta compartida que se actualiza automáticamente a través de internet. Desde el propio ordenador, sin encender exploradores, podemos trabajar con ellas como lo haríamos con cualquier otra carpeta, sólo que todos los archivos se irán copiando en un servidor de internet al que podemos acceder también a través de un explorador con nuestro usuario y contraseña. Así de fácil.
Otra opción bastante atractiva y que además nos ayuda a trabajar desde varios dispositivos (tabletas, móviles, ordenadores) es Evernote. Los tipos de archivos que podemos introducir están bastante más limitados porque, mientras que Drive y Dropbox simplemente copian datos que tenemos que leer con los programas de nuestro ordenador, Evernote lleva integrados los programas necesarios para leer y modificar los archivos de texto (las fotos y los vídeos sólo se pueden mostrar), lo cual es bastante útil también para según qué cosas. Puede que Evernote no sea muy útil para diseñadores gráficos, por ejemplo, pero para trabajar con texto es más que suficiente.
Para usuarios más avanzados o si lo que os interesa no es guardar unos cuantos archivos sino todo lo que tenéis en el ordenador, existen también programas de copias de seguridad (backup, en inglés) que guardan todo lo que tengáis en vuestro equipo. Evidentemente, es una opción muy buena en caso de que el ordenador falle o tenga un virus, pero es menos específico y las copias tardan más en hacerse, por lo que el guardado no podría realizarse cada pocos minutos, como con los servidores que hemos mencionado. Además, a no ser que queráis hacer las copias en un disco duro externo, tendréis que contratar un espacio en un servidor FTP (grosso modo, es un espacio privado dentro de la nube) para poder ir almacenando las copias. Por si os interesa el tema, os dejo aquí un enlace a una lista de programas gratuitos para que los vayáis probando.

El guardado automático, junto a la elaboración de copias de seguridad de manera regular, es la forma más sencilla para no perder el trabajo que vayas haciendo en tu ordenador.
Publicado por Gileblit

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Usos de la coma

Para todos los que tengáis dudas sobre cómo se utilizan las comas o, simplemente, queráis repasar un poco las normas, os ofrecemos aquí una pequeña referencia que esperamos que os sirva para evitar los errores más frecuentes en la utilización de este signo ortográfico. Para elaborarlo, nos hemos basado en el Diccionario Panhispánico de Dudas, que podéis consultar desde la página web de la RAE para leer explicaciones más técnicas y algunos casos más.

Usos correctos

Se separan entre comas:

1. Incisos: elementos de carácter explicativo, es decir, aquellos que no son esenciales para el funcionamiento de la oración.

Pueden tratarse de:
-Grupos reducidos de palabras: Mi vecino, el rubio, me pidió el otro día un poco de café)
-Oraciones completas: Mi vecino, el que se fue a Valencia el año pasado, me pidió el otro día un poco de café.-Incluso pueden ser oraciones complejas: Mi vecino, el que se fue a Valencia el año pasado porque le había salido allí un trabajo y volvió casado con una cocinera rusa, me pidió el otro día un poco de café.
Un truco para detectar estas unidades es intentar elidirlas: si la estructura de la oración no se resiente, el sintagma o la oración pueden ponerse entre comas.

2. Vocativos: nombres propios o adjetivos nominalizados que se utilizan para referirse al receptor de un enunciado.

Por ejemplo: Pedro, tráeme un bolígrafo
No lo sé, colega, pero ésto me da muy mala espina.

3. Interjecciones: palabras o grupos de palabras con función expresiva que se suelen escribir entre signos de admiración, como '¡Ay!', '¡Madre mía!' o el más expresivo pero menos políticamente correcto '¡Joder!'. 

Todos ellos se separan del resto de la oración con comas (aunque no lleven los signos de admiración):
¡Ay, qué disgusto tengo!Pero ¡cómo te has puesto, madre mía!Dile que se calle ya de una vez, ¡joder!, que le hacen a uno perder ya hasta los modales.

4. Sobrenombres o alias, siempre que se cite también el nombre completo

Ejemplo: El estudio de la obra de Leopoldo Alas, Clarín, debería fomentarse desde el colegio.

5. 'etc.'

Se separa tanto de los elementos que lo preceden como de los que lo siguen:
Necesitaba una CPU, un monitor, un teclado, etc., para trabajar en condiciones.

6. Enlaces como 'es decir', 'por último', 'sin embargo', 'no obstante'...

En ocasiones, si las oraciones entre las que se encuentran son muy largas, también pueden utilizarse precedidas de punto y coma y seguidas de coma.
Ejemplo: No le gustó mucho el vestido que le regalaste, es decir, que no era lo que ella se esperaba; sin embargo, lo cambió por uno muy parecido.

7. Adverbios y locuciones adverbiales que afectan a toda la oración (finalmente, por lo general, por lo tanto, no obstante...)

Ejemplos:
Finalmente, decidió acompañarnos.Por lo general, no compramos plantas con flores.

Se organizan con comas

1. Enumeraciones

Los elementos de una enumeración se separan con comas, excepto en dos casos:
a) Si los elementos son muy extensos o tienen puntuación interna. En ese caso, los elementos se separan con punto y coma: Tenemos varios motivos para negarnos a aceptar su oferta: en primer lugar, la cantidad de dinero que ofrece es bastante exigua; en segundo lugar, no creemos que usted sea capaz de llevar una empresa tan grande como ésta; por último, el plazo se acabó hace dos días.
b) El último elemento de la enumeración. Pueden darse tres casos:
1. Que sea el último elemento de una serie finita que se cita por completo. (Ayer fui a comprar huevos, espárragos y champiñones). En este caso, el último elemento se separa con una conjunción y no se introducen comas*.
2. Que sea el último elemento de una serie infinita o una serie finita que no se cita completa. (Me pidieron un montón de papeles: el pasaporte, el DNI, el billete de avión...). Este tipo de enumeraciones puede acabar en puntos suspensivos, punto o 'etc.'. En cualquier caso, el último elemento se separa con una coma.

*Ver en el apartado «Usos incorrectos» las excepciones a la norma de no introducir comas antes de las conjunciones.

Se indica con coma

1. Elisión de verbo. Esta situación se plantea sobre todo en las oraciones distributivas que se enlazan con punto y coma y comparten el mismo verbo.

Ejemplo: Pintó el salón de verde; la habitación, de morado, y el despacho, de azul. Se pone coma en lugar del verbo para que quede claro que es el del primer elemento.

2. Cambio de orden lógico de la oración. El español admite muchos cambios de orden dentro de la oración; esto no significa, sin embargo, que deban quedar sin indicaciones. Las comas nos sirven también para señalar esos cambios:

2a. Oración simpleEl español es una lengua de orden SVO (Sujeto, Verbo, Objeto); sin embargo, también nos permite variar esa estructura de manera bastante libre: podemos omitir el sujeto, anteponer los objetos... Uno de los cambios de orden más frecuente es la anteposición de los complementos de lugar o de tiempo, que se deben señalar mediante el uso de comas si el complemento que se ha antepuesto es largo:
Oración en orden naturalHacía mucho calor ayer en la plaza donde solíamos quedar para comer.
Variación 1Ayer hacía mucho calor en la plaza donde solíamos quedar para comer. --> No necesita coma porque el elemento antepuesto ('ayer') es corto.
Variación 2En la plaza donde solíamos quedar para comer, hacía mucho calor ayer. --> El complemento antepuesto es bastante largo, así que tenemos que separarlo del resto de la oración con una coma.
2b. Oraciones compuestas. Las oraciones condicionales son de las pocas que admiten el cambio de orden de sus proposiciones, así que vamos a utilizarlas de ejemplo. 
Toda oración condicional está formada por una proposición que expresa la condición (empieza por 'si', 'en caso de' o similares) y otra que expresa la consecuencia. El orden natural de la oración sería: Te dolerá el estómago si comes tanto. Si queremos darle la vuelta y poner la condición primero, tendremos que utilizar una coma para separar las proposiciones: Si comes tanto, te dolerá el estómago.

Se escribe coma antes de:

1. Oraciones coordinadas adversativas (pero, sino que, aunque...)

Ejemplos:
El médico te habrá dicho lo que quiera, pero comer plastilina no es normal.
No sólo lo invitaron a la boda, sino que además actuó como testigo.

2. Oraciones consecutivas (conque, así que, de manera que...)

Ejemplos:
El otro día me dijiste que querías cereales, así que ahora te los comes.
Tienes que aprobar a la primera, conque ya puedes ponerte a estudiar.

4. Oraciones causales explicativas o lógicas (no las causales puras). Las oraciones causales explicativas son las que exponen dos hechos que suelen estar relacionados como si uno fuera la causa lógica del otro.

Por ejemplo: Algo se ha quemado, porque veo humo. En realidad, ver humo no es la causa de que algo se haya quemado, como se daría a entender sin la coma: Algo se ha quemado porque veo humo.

3. Excepto, salvo, menos

Ejemplos:
No me gusta el arroz, salvo que sea con tomate.
Lo he hecho todo, menos regar las plantas.

Usos incorrectos

1. Separar el sujeto del verbo. El sujeto no debe separarse nunca con una coma: no es un vocativo. Sólo se puede introducir coma detrás del sujeto si dentro de él hay un elemento explicativo. Por lo tanto:

La tía Margarita, me hizo ayer una bandeja entera de magdalenas. --> Incorrecto.
La tía Margarita, que es siempre tan amable, me hizo ayer una bandeja entera de magdalenas. --> Correcto.

2. Detrás del saludo en las cartas y correos electrónicos. En español, detrás del saludo se escriben dos puntos; en inglés, coma.

Ejemplo:
Estimado señor Gómez:
Le remitimos esta carta con motivo de...

3. Antes de conjunción (y, e, o, u, ni)

Los ramos tienen rosas, claveles, y margaritas. --> Incorrecto.
Los ramos tienen rosas, claveles y margaritas. --> Correcto.

Excepciones:1. Si la conjunción va precedida de algún elemento que debe ir entre comas (vocativos, elementos explicativos, etc.): En un momento preparo la maleta, mamá, y me voy.
2. Si la conjunción va precedida de una enumeración distinta a la suya: Para acabar mis tareas de hoy sólo me falta ir al trastero a por leche, mermelada y pasta, y fregar la cocina. La enumeración 'leche, mermelada y pasta' es distinta a 'me falta ir al trastero y fregar', así que se escribe coma antes de la 'y' para separarlas.
3. Si se utiliza para finalizar una enumeración de elementos separados por punto y comaLo cargamos todo en el camión: las baldas, que estaban bastante sucias; los largueros de metal; la mesa que perteneció a tu tía Gertrudis, la de Alcalá; las lámparas de araña, y el escritorio del abuelo.
4. Cuando sirve de enlace entre dos oraciones coordinadas muy extensas y con sujetos distintosSu hermana por fin se fue con aquel chaval tan majo al que conoció en un concierto de Elvenking, y se alegró por ello.
5. Cuando se utiliza la conjunción 'y' con significado adversativo. Para detectarlo, intenta sustituirlo por 'pero': Fue corriendo detrás del autobús pensando que lo alcanzaría, y no lo consiguió.

Para que todo esto no se quede en agua de borrajas, os vamos a proponer dos ejercicios. Las soluciones, como siempre, están al final del todo en fuente de color blanco. Para verlas, sombread bajo la palabra «Solución».
*Nota: hay ocasiones en las que el uso de comas es opcional. En estos ejercicios las comas que hay que detectar o añadir son de uso incorrecto (en el primer ejercicio) u obligatorio (en el segundo).

1. La coma intrusa. Se trata de detectar en los siguientes párrafos el número de comas intrusas (incorrectas) que se indican en cada caso. En la solución se han subrayado las comas incorrectas y las palabras a las que siguen para que se vean con más facilidad.

1.1. Cuatro comas intrusas:
Tenía algunos amigos o, al menos, conocidos con los que compartir algún que otro fuego para combatir el intenso frío de la noche. Hombres y mujeres como él, desechos que nadie echaría de menos si algún día se quedaban dormidos entre cartones para no volver a despertar. Personas, que no tenían nombre, solo apodos que se habían labrado en la calle. El Rata, el Navajas, la Gata... Ellos, habían decidido olvidar sus nombres para cortar con todo lo que pudiera recordarles, que en otros tiempos habían tenido una vida mejor; sin embargo, la Sombra, como le había apodado el Rata porque nunca hablaba y se limitaba a observar desde algún rincón oscuro, no había elegido olvidar su nombre; al contrario que los demás, él se arrastraba por el mundo corroído por la necesidad, de saber quién era.
La ira de los caídosDaniel Granados Rodríguez


Solución
Tenía algunos amigos o, al menos, conocidos con los que compartir algún que otro fuego para combatir el intenso frío de la noche. Hombres y mujeres como él, desechos que nadie echaría de menos si algún día se quedaban dormidos entre cartones para no volver a despertar. Personas, que no tenían nombre, solo apodos que se habían labrado en la calle. El Rata, el Navajas, la Gata... Ellos, habían decidido olvidar sus nombres para cortar con todo lo que pudiera recordarles, que en otros tiempos habían tenido una vida mejor; sin embargo, la Sombra, como le había apodado el Rata porque nunca hablaba y se limitaba a observar desde algún rincón oscuro, no había elegido olvidar su nombre; al contrario que los demás, él se arrastraba por el mundo corroído por la necesidad, de saber quién era.
1.2. Cinco comas intrusas:
Drizzt salió muchas veces con Seldig, y los nuevos amigos durante los días siguientes. Los jóvenes enanos, aconsejados por Belwar, pasaban las horas con el elfo oscuro dedicados a juegos más tranquilos, y dejaron de pedirle a Drizzt, que les relatara las aventuras vividas en la Antípoda Oscura.En las primeras salidas, Belwar lo vigiló desde la puerta. El capataz confiaba en Drizzt, pero, también comprendía los sufrimientos padecidos por el drow. Una vida, tan salvaje y brutal como la que había conocido el joven, no resultaba fácil de olvidar.
El elfo oscuro, R.A. Salvatore. Trad. Alberto Coscarelli.

Solución
Drizzt salió muchas veces con Seldig, y los nuevos amigos durante los días siguientes. Los jóvenes enanos, aconsejados por Belwar, pasaban las horas con el elfo oscuro dedicados a juegos más tranquilos, y dejaron de pedirle a Drizzt, que les relatara las aventuras vividas en la Antípoda Oscura.En las primeras salidas, Belwar lo vigiló desde la puerta. El capataz confiaba en Drizzt, pero, también comprendía los sufrimientos padecidos por el drow. Una vida, tan salvaje y brutal como la que había conocido el joven, no resultaba fácil de olvidar.
1.3. Tres comas intrusas:
Midir, tiene ahora la última palabra. Un buen día aparece de nuevo ante Eochaid, y su joven esposa, y tras reprochar de nuevo al rey su comportamiento tan poco razonable, le dice que la verdadera Étain estaba embarazada, cuando se la había llevado de Tara por los aires en forma de cisne, y que después, cuando volvió a ser mujer de nuevo, había dado a luz una hija.
La mitología celta y sus textos, Manuel Alberro

SoluciónMidir, tiene ahora la última palabra. Un buen día aparece de nuevo ante Eochaid, y su joven esposa, y tras reprochar de nuevo al rey su comportamiento tan poco razonable, le dice que la verdadera Étain estaba embarazada, cuando se la había llevado de Tara por los aires en forma de cisne, y que después, cuando volvió a ser mujer de nuevo, había dado a luz una hija.

2. ¿Dónde va la coma? Ahora es al contrario: tenemos párrafos sin puntuar en los que tenéis que introducir las comas. En los dos primeros sólo faltan algunas; el último texto no lleva ninguna: la prueba definitiva.

2.1. Faltan tres comas:
Porque fue entonces, en un entonces exacto discernible (que Ricardo nunca olvidará) cuando sucedió: Isabel allí, en la cama y Liliana, su hija, siempre de pie, de un sitio para otro, vivaz y femenina, alta y hermosa, opulenta al mirar (enormes ojos color miel) y al hablar (grandes labios fruncidos), que entra en ese instante en el cuarto para preguntarle:—Papá ¿cómo está hoy mamá?Aquel día. El día en que fue.
Fantasmas de papel, José Carlos Somoza
Solución
Porque fue entonces, en un entonces exacto, discernible (que Ricardo nunca olvidará) cuando sucedió: Isabel allí, en la cama, y Liliana, su hija, siempre de pie, de un sitio para otro, vivaz y femenina, alta y hermosa, opulenta al mirar (enormes ojos color miel) y al hablar (grandes labios fruncidos), que entra en ese instante en el cuarto para preguntarle:Papá, ¿cómo está hoy mamá?Aquel día. El día en que fue.
2.2. Faltan cinco comas:
De entre todos los estilos existentes en la actualidad, nosotros nos centraremos en el que basado en lo más tradicional, se está imponiendo en todo el mundo con el nombre de TANGO ARGENTINO, en cotnraposición a los TANGOS EUROPEOS o NORTEAMERICANOS. No es aquel intrincado TANGO folclórico bailado por anónimos aficionados en los cafetines de Buenos Aires sin base ni figuras que sólo se puede aprender transmitido de generación en generación, y que los jóvenes han perdido totalmente. Es, más bien un baile académico, con un claro y sencillo movimiento básico, y sobre él bonitas figuras, basadas, todas ellas en la tradición argentina.
Los bailes de pareja, Manuel Castelló
SoluciónDe entre todos los estilos existentes en la actualidad, nosotros nos centraremos en el que, basado en lo más tradicional, se está imponiendo en todo el mundo con el nombre de TANGO ARGENTINO, en cotnraposición a los TANGOS EUROPEOS o NORTEAMERICANOS. No es aquel intrincado TANGO folclórico bailado por anónimos aficionados en los cafetines de Buenos Aires, sin base ni figuras, que sólo se puede aprender transmitido de generación en generación, y que los jóvenes han perdido totalmente. Es, más bien, un baile académico, con un claro y sencillo movimiento básico, y sobre él bonitas figuras, basadas, todas ellas, en la tradición argentina.
2.3. Texto sin comas. El reto definitivo:
Smiorgan y la Criatura Condenada a Vivir se habían retirado a un lado y contemplaron horrorizados al poseído Elric cuyo rostro albino reflejaba una profunda crueldad.
—¡Que aparezca Arioch!
—Aquí estoy Elric.
El melnibonés se volvió y vio algo entre las sombras de las piernas de la estatua una sombra dentro de otra sombra.
—Arioch ahora debes volver a esa representación en jade y hacer que se marche para siempre R’lin K’ren A’a.
—No lo haré de buen grado Elric.
—Entonces tendré que ordenártelo duque Arioch.
—¿Ordenármelo? Solamente aquel que posee la Imagen de la Gema puede dar órdenes a Arioch e incluso teniéndola sólo puede darlas una vez.
—La Imagen de la Gema está en mi poder. Compruébalo.
Elric sostuvo en alto el pequeño sello.
La sombra dentro de otra sombra se agitó durante unos instantes como encolerizada.
—Si obedezco tu orden se pondrá en acción una cadena de acontecimientos que quizá no desees —dijo Arioch hablando de pronto en bajo melnibonés como si con ello quisiera dar más solemnidad a sus palabras.
Marinero en los mares del destino, Michael Moorcock. Trad. Hernán Sabaté

Solución
Smiorgan y la Criatura Condenada a Vivir se habían retirado a un lado y contemplaron horrorizados al poseído Elric, cuyo rostro albino reflejaba una profunda crueldad.
—¡Que aparezca Arioch!
—Aquí estoy, Elric.
El melnibonés se volvió y vio algo entre las sombras de las piernas de la estatua, una sombra dentro de otra sombra.
—Arioch, ahora debes volver a esa representación en jade y hacer que se marche para siempre R’lin K’ren A’a.
—No lo haré de buen grado, Elric.
—Entonces tendré que ordenártelo, duque Arioch.
—¿Ordenármelo? Solamente aquel que posee la Imagen de la Gema puede dar órdenes a Arioch e, incluso teniéndola, sólo puede darlas una vez.
—La Imagen de la Gema está en mi poder. Compruébalo.
Elric sostuvo en alto el pequeño sello.
La sombra dentro de otra sombra se agitó durante unos instantes, como encolerizada.
—Si obedezco tu orden, se pondrá en acción una cadena de acontecimientos que quizá no desees —dijo Arioch, hablando de pronto en bajo melnibonés como si con ello quisiera dar más solemnidad a sus palabras.


Publicado por Gileblit
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