Balance de NaNoWriMo. Participantes y ganadores

Lo primero que queremos hacer en esta entrada es disculparnos por haber tardado en publicar las traducciones de las cartas de NaNoWriMo. Debido a algunos problemas técnicos (en concreto, un acceso a internet seriamente limitado, de unas pocas horas a la semana) nos ha sido imposible mantener el ritmo y subirlas en menos de veinticuatro horas desde su recepción en la página oficial. Aun así, hemos intentado hacerlo lo mejor posible y esperamos que no os haya supuesto muchas molestias.
Dicho esto, vamos a abrir la caja de Pandora, que podréis encontrar debajo de estas palabras, con la etiqueta «Comentarios». Durante este mes habréis estado muy ocupados escribiendo y (esperamos) leyendo este blog y probablemente no os ha dado tiempo a mirar lo que habéis hecho en estos treinta días, así que ahora os invitamos a compartir con nosotros vuestros conteos de palabras, las sinopsis de vuestras novelas, algo curioso que os haya pasado... Lo que queráis. Por supuesto, también aceptamos comentarios, críticas o sugerencias que tengáis para los próximos NaNoWriMos o NaNoCamps: este sitio es vuestro y queremos que os sea útil, así que... ¡adelante! ¡Exprimid vuestros teclados un poco más!
Eso sí, antes (o después) queremos dejaros nuestra particular pep talk post-NaNoWriMo:
La mayoría de la gente que habla sobre NaNoWriMo (incluidos nosotros, en alguna ocasión) lo llama «competición». Efectivamente, NaNoWriMo es parecido a una carrera: tiene un principio (la palabra cero), un objetivo (las 50.000 palabras), premios, otros muchos escritores intentando conseguir lo mismo que tú... Y, sin embargo, no hay nada que se parezca menos a una competición que NaNoWriMo. ¿Cuántas competiciones conoces en las que pueda haber tantos ganadores como participantes? ¿Cuántas veces has competido junto a compañeros que te animan sinceramente, que te tienden la mano? ¿Cuántos grandes tenistas, corredores o ajedrecistas jalean por igual a todos los participantes? ¿Qué clase de competición te daría la oportunidad de empujar a tu compañero a continuar sabiendo que tú, aun así, tienes las mismas oportunidades de conseguirlo? Lo único a lo que podríamos llamar «competidor» en este mes han sido las palabras, las novelas a las que hemos tenido que dar forma, pero ni siquiera ellas eran enemigas, sino más bien un acicate que nos ha mantenido alerta, emocionados, frustrados y frenéticos durante todo el mes de noviembre. NaNoWriMo no es una competición, sino una gran fiesta, y como tal tenemos que entenderla. 
Puede que esta perspectiva no nos hubiese ayudado mucho al principio de noviembre, porque todos sabemos que es el espíritu de competición el que nos mueve en ese momento, el ánimo de probarnos; pero, ahora que todo ha terminado, tal vez sea la forma de la que debamos mirarlo. Hemos participado en una fiesta de treinta días, nada menos. Hemos invertido muchas horas poniendo negro sobre blanco en pantallas, cuadernos o servilletas. ¿Y qué hemos sacado? Algo más que una bolsa de chucherías o un cotillón, ya lo veréis: una novela, compañeros de fatigas, la sensación de que podemos proponernos escribir y encontrar tiempo para hacerlo; pero, sobre todo, hemos aprendido. Hayamos terminado nuestras historias o no, hayamos alcanzado el objetivo o no, todos hemos aprendido algo, aunque sea cómo no hacer las cosas: cómo no organizarnos, por qué no debemos guardar una sola copia de nuestros documentos, cómo no tenemos que planificar la novela o en quién no podemos confiar para que nos anime (sí, hablamos de esos familiares, amigos y vecinos que se ríen de nosotros cuando decimos que estamos escribiendo un libro).
Desde aquí queremos deciros que, hayáis llegado a donde hayáis llegado, si conocéis a alguien que estaba participando y lo animasteis o le preguntasteis por su proyecto, si habéis abusado del café y de la paciencia de vuestros familiares y amigos durante este mes, si alguna vez os habéis arrancado a hablar sobre vuestras historias indiscriminadamente, si os habéis sentado frente al papel o al teclado, aunque sea una sola vez, ya formáis parte de la familia WriMo. Estamos encantados de teneros con nosotros y os esperaremos cuando volváis como el turrón o si venís de visita en cualquier otro momento, porque nadie dijo que no se pudieran montar fiestas todos los días del año.
WriMos, familia, la fiesta debe continuar.
TdE 

0 comentarios: