Pep Talk 25 noviembre. Jim Butcher
Jim Butcher es el autor de Harry Dresden y Codex Alera y de la próxima saga Cinder Spires. Podéis leer el texto original de esta carta en la página web de NaNoWriMo pinchando aquí.
Cuídate, dulce e inocente aspirante a escritor: la gente no te está contado esto, y bien deberían. Os están engañando a todos los participantes de NaNoWriMo para que penséis que ser escritor es algo bueno, pero no tenéis ni idea. No sabéis los horrores a los que podríais enfrentaros como escritores a tiempo completo, profesionales y publicados.
Yo podría contároslo. Podría pasarme horas contándoos todas las cosas que amenazan mi paz mental. Podría, para vosotros, desplegar un relato que atormentaría vuestros túneles carpianos y helaría hasta la médula los huesos de vuestros dedos; relatos sobre las constantes preguntas, las inacabables fechas de entrega y la tarea retuerce-mentes de decidir cada día qué horas vas a pasar escribiendo.
Pero no te preocupes por todo eso. Lo mejor es no ponerse en lo peor. En lugar de eso, concentrémonos en lo que debéis hacer para esquivar ese horrible destino y evitaros a vosotros mismos agonías de las que las que nadie se atreve a hablar.
Lo primero y más importante (y que conste que no puedo insistir en ello lo suficiente): no te sientes frente al teclado y escribas de manera regular. Esto es una trampa. Puedes decirte a ti mismo que sólo lo haces como te rascarías una picadura, que sólo necesitas tener unos cientos de palabras escritas y luego podrás dejarlo, pero el canto de sirena cliqueante del baile de las teclas hará algo más que simplemente producir palabras en una página; te condicionará para que quieras, nah, para que necesites hacerlo todos y cada uno de tus días. Si eso pasa, simplemente, no habrá forma de evitar, a largo plazo, el destino más lamentable y horroroso: terminar una novela.
Hagas lo que hagas, no intentes que los lectores u otros escritores te den opiniones. Ya es bastante malo que trabajes en un vacío, permitiendo a las energías escritoriles que se abran un endemoniado paso en tus pensamientos. Si añades a eso las respuestas del público objetivo del trabajo, sólo adquirirás el mecanismo primordial de hacer tu escritura más efectiva para aquellos a quienes va destinada.
¡Ésta es una práctica doblemente perniciosa! No sólo te impulsa a crear más material para tu público, sino que también crea más audiencia para tu bucle infernal de comentarios. ¡No puedo insistir lo suficiente en cuánto necesitas evitar esta parte del proceso! ¡Sálvate a ti mismo!
Un error aún más terrible que puedo identificar sólo en retrospectiva: no te informes sobre la industria editorial y los demonios que trabajan en ella. Oh, ciertamente, esa gente, esos editores, pueden parecer ingeniosos, encantadores y simpáticos en eventos literarios y conferencias, pero no te confundas. Su único objetivo en la vida es reclutarte para sus malvados planes y forzarte a trabajar para ellos mientras ellos te ayudan a afinar tu habilidad para escribir.
Muchos aspirantes a escritores se sienten intimidados por los editores y no puedo sino enfatizar cuánto crédito debéis darle a esos instintos que están ahí para proteger vuestra cordura y toda vuestra mente. Si os permitís superar esta inclinación natural, podría ser demasiado tarde para que escapéis de vuestro destino.
Finalmente, sólo puedo animar a todos y cada uno de los aspirantes a escritores ahí fuera a que dejen de escribir a la primera oportunidad que tengan y no miren atrás. Esta actividad aparentemente inocente es de todo menos inocente y, si no podéis romper la presa que tiene sobre vosotros, si seguís inventándoos una excusa tras otras para seguir tecleando, si continuáis prometiéndoos que «esta es la última novela» y nunca os retiráis, caeréis inevitablemente en la perdición de la publicación.
¡Todo lo que necesitáis es abandonar! ¡Sólo decid «no»! ¡Así os salvaréis! Pero, si continuáis y continuáis y continuáis a pesar de todas las voces cuerdas que intentan persuadiros, os veréis en medio de la vorágine de locura que es la vida de un escritor profesional.
Querido participante de NaNoWriMo, te lo ruego, ¡escúchame! ¡No tienes ni idea de los horrores a los que te vas a enfrentar! ¡Corre! ¡Huye! ¡Apártate de este oscuro camino!, porque, si no lo haces, me temo que un día te encontrarás escribiendo con otras almas condenadas como yo.Pep
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