Javier Miró nos habla sobre Rebelión 20.06.19





Con su primera novela recién publicada, las sensaciones de este escritor afincado en Melbourne (Australia) son bastante buenas. La acogida que está teniendo la novela en Amazon ha superado sus expectativas iniciales, habiéndose colocado durante los primeros días en el puesto nº1 de ventas en su categoría

Para obtener más información sobre el autor, podéis visitar su página web:

www.javiermiro.net 


Para aquellos que todavía no conocéis esta novela repleta de acción y muy bien ambientada en un Madrid post-apocalíptico, aquí tenéis el enlace de Amazon donde podéis conseguirla:




"En el año 2024 Madrid no es una ciudad, sólo un montón de ruinas donde no hay ciudadanos, sólo supervivientes. No hay comida, ni agua, ni justicia, ni esperanza. 
Sólo hay una Rebelión.
Álex el Mono es uno de los hijos de la Rebelión. Y como tal no posee más que un incierto presente, unos pantalones desgastados, un Kalashnikov y una determinación por sobrevivir por encima de la lógica. Ha sido condenado a muerte, traicionado por aquellos que, al igual que él mismo, no se pueden considerar amigos más que del día a día y de las balas de su arma. Espera su final en una sucia celda, mientras recibe las cada vez más incómodas y persistentes visitas de sus captores y sus recuerdos."

PUEDES DESCARGARLA AQUÍ



Os dejamos con las impresiones del autor y el camino de creación de su obra:

El proceso de creación de Rebelión... no es fácil de contar. Por ello voy a permitirme parafrasearme a mí mismo en el prólogo de mi novela:

"Ser escritor novel no es fácil. Necesitas dinero para vivir, y por supuesto que la escritura no te lo da; en todo caso te lo quita. Necesitas tiempo para trabajar, para ir y venir de la “oficina”, para estar con los tuyos, para descansar; y sin embargo siempre sacas un momento al día para volver a tus escritos. Necesitas estabilidad emocional para vivir el día a día con normalidad y al mismo tiempo poder meterte en la piel de tus personajes, y sentir su entorno, revivir sus recuerdos, afrontar sus miedos, sufrir con ellos, amar con ellos, coexistir con ellos".

Siempre digo que Rebelión se escribió en el metro (de Madrid) y no es ninguna exageración. Cuando la escribí vivía en la capital, y entre idas y venidas, tenía una hora y media de metro y tren. Trabajaba más de 9 horas al día, así que para aprovechar cada segundo disponible, llevaba mi viejo portátil siempre conmigo. Y no era uno de esos modelos super-ligeros de hoy en día, o una tablet, precisamente. Pero el impulso por avanzar en esa idea, llevarla de mi cabeza al papel, y las ganas de ver mi primera novela acabada hicieron que pudiera soportar todas las incomodidades. ¡Al menos no usaba una máquina de escribir de hierro fundido como la que tenía mi padre en su despacho!

La escritura de Rebelión duró unos 5 meses: desde finales de enero hasta comienzos de junio del año 2009. Dadas mis circunstancias de aquel entonces, y ahora a toro pasado, reconozco que fue demasiado rápido para un libro que en documento word tiene 550 páginas (a doble espacio). Por eso supe desde el primer momento que Rebelión debía ser revisada y profundamente corregida, y no por mí: como autor era incapaz de ver los fallos más clamorosos por más que lo intentaba. Ya sabéis la dificultad para un autor de reconocer el fallo de algo donde sólo es capaz de leer qué pone, no cómo lo pone. Finalmente esa revisión llegó a comienzos de este año por parte de Susana Monsó, una muy buena amiga. Y el resultado ha sido ampliamente satisfactorio.

Con respecto al desarrollo del libro, aquel comienzo de 2009 fue muy importante para mí, y mi vida estaba siendo sacudida por muchísimas nuevas y excitantes experiencias. Por supuesto que no eran tan excitantes como las que los personajes de Rebelión viven (gracias al Cielo), pero eran una fuente inagotable de inspiración. Me nutrí de todo lo que me rodeaba, especialmente a la hora de crear los personajes. Todos y cada uno de ellos tienen al menos una parte de alguno de los que interactuaban conmigo por aquel entonces. Luego resulta divertido comentárselo. 

Finalmente, fue un reto cerrar la novela, ya que pese a tener muy claro cómo quería que fuera la estructura, la historia estaba viva y seguía moviéndose, mutando en su forma hasta casi el final. Hice varios cambios de última hora, obligándome esto a volver a varios puntos anteriores para efectuar correcciones (hay muchos saltos temporales y referencias desperdigados por el libro) Como me gusta decir: "fue jodido cortarle el cuello al bicho". Además, resultó que no lo cerré del todo, pues incluso durante la última corrección de principios de 2013, el texto sufrió unas pocas modificaciones. En esto fue vital, de nuevo, la ayuda de la correctora.

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