Pep Talks NNWM. Catherynne M. Valente
Catherynne M. Valente, autora de más de veinte libros de ficción y poesía, entre ellos Deathless, The Girl Who Circumnavigated Fairyland in a Ship of Her Own Making, The Girl Who Fell Beneath Fairyland and Led the Revels There, y el recién publicado The Girl Who Soared Over Fairyland and Cut the Moon in Two, ofreció en día 5 de noviembre de 2013 esta pep talk para NaNoWriMo. Podéis consultar el texto original en inglés pinchando aquí.
Queridos velocistas de la literatura:
Mientras os escribo esto, yo
misma estoy en medio de una carrera frenética para cumplir el plazo de una
novela. Tengo muy poco tiempo para un montón de ficción, pero he dejado un rato
la mina de las palabras para hablaros de esta locura que nos empeñamos en
conseguir.
Descubrí NaNoWriMo cuando sólo
llevaban organizándolo dos años. Sólo cómo sonaba (el reto, la aparente
imposibilidad) encendió un fuego dentro de mí. Incluso escribí un manifiesto
sobre ello, pero yo no podía esperar hasta noviembre para empezar. Con mis 22
años y una carga de arrogancia, estupidez y ambición a partes iguales decidí
que conseguirlo en treinta días era demasiado fácil: yo iba a hacerlo en diez.
Y lo hice. Escribí mi primera
novela, The labyrinth, (de la que,
por cierto, el año pasado salió una nueva edición) entre los días 1 y 11 e
octubre de 2002. No sabía que no pudiera hacerlo, así que lo hice. Ese fue el
primer libro que publiqué y aún estoy orgullosa de él. Si no hubiera sido por
NaNoWriMo, aquella poetisa perdida a sus 22 años que leía las cartas en un
pequeño local cerca de un Starbucks de Rhode Island, aquella chica sin
objetivos claros y con menos idea aún de cómo podría escribir algo más largo
que sus poemas (que ya admitía que eran grandilocuentes) podría no haber sabido
nunca cuántas novelas tenía esperando dentro de ella.
Os confesaré, mis almas gemelas,
que desde entonces la mayoría de mis novelas se han escrito a marchas dobles.
Ahora mismo tardo entre 4 y 12 semanas; en mecanografiarlas, quiero decir.
Pensar, soñar en voz alta e imaginármelas sigue llevando años, pero es el
trabajo más dulce del mundo.
Para bien o para mal, la
organización que me enseñó NaNoWriMo hace 11 años aún hoy forma parte de mi
hábito de escritura. Todo eso ayuda a mi mente obsesionada por los números y la
estructura a limitar mi espacio infinito en una cáscara de nuez e intentar
escribir todos los meses como si fuera noviembre. (La palabra clave ahí es “intentar”.)
Sí, esto es un experimento. Sí,
es difícil y no tiene por qué poner los pilares de una carrera literaria en
todos los casos, pero puede hacerlo. Un escritor profesional, a tiempo completo,
con frecuencia escribe más de 1667 palabras diarias durante períodos de más de
treinta días. Aprende cómo trabajar y preparar ese músculo para que, cuando
eche la vista atrás, hacia los viejos tiempos de «50.000 palabras en un mes», le
parezca una tarea fácil.
Cuando te presentes en el
escenario, saca pecho como un tucán repajoleramente orgulloso y haz lo que
tengas que hacer.
Esa es quizá la habilidad más
importante para tener una buena vida laboral, sea cual sea tu trabajo.
Estoy aquí para decirte que
puedes hacerlo. Es más, no sólo que puedes hacerlo, sino que puedes seguir
haciéndolo. Cuídate y este viaje extraño, estresante y provocador de dolores de
muñecas en el que te has embarcado podrá (como ya lo hacen Red Bull, Daedelus y
la ingeniería genética nivel garaje) darte alas.
También voy a contaros lo que
traté de decir en el foro de NaNoWriMo en 2002, una idea que provocó mas risas
que simpatías entonces pero que quizá encuentre más apoyos ahora que me he
pasado la mayor parte de la última década apostando por lo que quiero.
Así que aquí está, gatos y
gatas: mi única y exclusiva Regla Personal de las Pruebas para Récords de
Velocidad en el Mundo de la Literatura, dictada por Catherynne Valente, circa
2013. (Como todas las reglas propuetas por escritores, ignorarla o seguirla es
cosa tuya, siéntete libre.)
Puedes ser rápido y bueno a la
vez.
Aunque no presionarte demasiado es
importante, no lo es menos saber que la calidad y la velocidad no tienen nada
que ver la una con la otra. Puedes escribir algo emocionante y brillante en
treinta días. Puedes hacerlo en diez. No hay motivos suficientes en esta verde
tierra para no darle una oportunidad a la gloria. Después de todo, vas a pasar
estos treinta días frente al ordenador de todas formas, así que no estaría de
más ponerle todas tus ganas. Puedes salir transformado.
Escribe algo de verdad. Escribe
algo terrorífico. Escribe algo que cale hasta los huesos. Estás en este planeta
para escribir la historia de lo que has visto, de lo que has oído, de lo que
has sentido, de lo que has aprendido. El esfuerzo que pongas en esta búsqueda no
puede ser en vano. La forma de contar tu historia que te resulte más realista,
más vívida, más de tu estilo, ésa es la correcta.
Así que grita. Dilo bien alto y
claro, de otra forma y en negrita. Dilo con ballenas espaciales o con películas
mudas. Dilo con desesperación, con guerras, con dragones, con grandes barcos, con
un divorcio en los suburbios o con esqueletos danzarines y un kraken en las
alas.
Dilo rápido, antes de que te
asustes y decidas acallarte. Nunca desearás haber aguantado un poco más.
Catherynne
Publicado por Gileblit
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