Pep Talk 18 noviembre. Brandon Sanderson
Brandon Sanderson es el autor de La guerra de las tormentas, Nacidos de la bruma y los últimos libros de La rueda del tiempo, entre otras muchas obras. Podéis leer el texto original en inglés de esta carta en la página web de NaNoWriMo pinchando aquí.
El momento más duro en mi carrera de escritor lo pasé en el año 2002. Acababa de terminar mi duodécima novela, pero, hasta entonces, no había conseguido vender ni una sola. Ese mismo año, me habían rechazado en los trece Máster en Bellas Artes que había solicitado.
He tenido mis más y mis menos, desde entonces (desde libros que han liderado las listas de ventas hasta otros que chocaron y ardieron), pero ningún momento de mi vida me ha conmovido tanto como aquel en el que me senté con la última de la que parecía una pila infinita de novelas sin vender, preguntándome qué estaba haciendo con mi vida.
Lo que yo no sabía era que el proceso ya había comenzado. La chispa había caído en la hierba y se estaba calentando a fuego lento lo que cambiaría mi vida para siempre. Un año antes, en 2001, había enviado mi sexto libro a un editor. Habían pasado ocho meses sin ninguna comunicación, más allá de un recordatorio que yo había mandado tres meses después del envío, al que el editor respondió que había recibido el manuscrito, nada más.
Aquel libro, Elantris, aún estaba esperando en la mesa del editor. No lo había mirado. No lo haría hasta abril de 2003, cuando me llamaría, frenético, después de haberse pasado leyendo toda la noche. Quería saber si el manuscrito estaba aún disponible. Me hizo una oferta en el acto.
Sin embargo, en 2002 me senté ahí, contemplando mi futuro, abatido, completamente ignorante de que unos meses después obtendría un importante contrato editorial. Al final, me sacudí el desánimo y empecé a trabajar en mi decimotercera novela. Aun así, a veces me pregunto cómo habría sido mi vida si me hubiese rendido, si hubiese pasado a otra cosa y entonces, ocho meses después, hubiese recibido esa llamada de teléfono con la oferta del editor.
Podríais estar escribiendo el libro que cambie vuestras vidas. Podríais haberlo enviado o autopublicado ya. La chispa podría estar iniciando un fuego para vosotros también. No lo sabéis ni podéis saberlo. Ése es el encanto de ser un artista, de trabajar para vosotros mismos y de contar las historias que queréis contar.
No os rindáis. Mantened la vista en el proyecto en el que estáis trabajando ahora y haced de él lo mejor que se pueda. Y, lo que es más importante, amad ese proceso. Al final, eso es lo que hizo que yo me rehiciera y volviese a trabajar en mi decimotercer libro: darme cuenta de que me encantaba contar historias. Ninguna pila de novelas sin publicar, por muy alta que sea, podría cambiar cuánto disfruto de este proceso, igual que unas cuantas inmersiones terminadas no podrían desanimar a un aficionado al buceo ni hacer que no volviese a meterse en el agua.
Quizá el fuego ya esté empezando para vosotros y no lo sepáis; pero, incluso si no es así, deberíais escribir como si así fuera. Porque esto que estáis haciendo no se trata de publicar ni de listas de súperventas ni de reseñas; se trata de vosotros, de vuestra historia y de la victoria que supone llevarla a término.
Es cierto. Escribir es una victoria personal, un logro que solo uno puede entender. A mí me pasó con mi primera novela. No está editada y no se si lo estará algún día... Todo empezó como una terapia, un viaje interior y personal proyectado en la vida de otros personajes ficticios. Aunque hubo personas que solo se fijaron en los errores, que fueron incapaces de decirme si en algún momento les había emocionado, superé la decepción inicial porque para mí fue todo un triunfo acabar lo que empecé, disfrutar mientras pensaba y escribía la historia. Saber que soy capaz de armar el puzle con solo unas cuantas piezas.....
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